Las embarcaciones, que capturarán xarda, zarparon hacia el País Vasco
20 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El muelle de Portosín era un hervidero de actividad el viernes por la mañana. El cerquero Portosín Segundo, del armador José Blanco, era uno de los siete en los que se registraba movimiento. Esa jornada todo debía quedar listo para que, al día siguiente por la mañana, el buque, con su docena de tripulantes, zarpase con destino al País Vasco. Tenía por delante unas 40 horas de travesía, que podían aumentar si el tiempo no acompañaba. Querían llegar rápido para empezar la costera del verdel, una campaña que arranca hoy mismo y en la que participarán más barcos gallegos que nunca. Ni Agricultura ni Mar han podido concretar el número de embarcaciones que se desplazarán de Galicia al País Vasco y Cantabria, pero desde la Federación Galega de Confrarías ya han constatado que se superarán las 76 que participaron el año pasado. «Portos dos que antes zarpaban 7 pesqueiros, agora mandan 10, 14...», señala Xoán López, secretario de los pósitos gallegos. Van incluso embarcaciones de menor porte de las que solían ir.
Profesionales como Belarmino Rodríguez, representante del sector del cerco en la cofradía de Portosín, argumentan que coger xarda compensa más que ir a la anchoa: «Na anchoa traballas día e noite. Gañas máis, pero tamén gastas máis combustible».
Su embarcación, J. Teresa, levantó amarras en dirección al Cantábrico hace quince días, donde se dedica a coger sardina. Este fin de semana lo ha pasado en casa, pero ayer regresa en autobús hacia el País Vasco.
Víveres y combustible
Equipar un barco para iniciar la travesía supone horas de trabajo. A primera hora de la mañana del sábado se cargaron los víveres. José Blanco explica que son más de mil euros en alimentos lo que lleva para abastecer a la tripulación durante el viaje. Después, se examinan las redes y se hacen las últimas comprobaciones. El depósito también va a tope, se necesitan entre tres y cuatro mil litros de combustible para afrontar la travesía.
Los profesionales gallegos tienen una gran confianza puesta en esta costera. Esperan que les paguen en lonja por el kilogramo de xarda entre un euro y 1,50.