El último bosque atlántico

Alberto López Teixido

GALICIA

03 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Alo largo del río Eume aún perdura un bosque mágico, único, la mayor y mejor muestra de bosque atlántico de Europa. En esta joya natural se dan las condiciones climáticas idóneas para el desarrollo de una vegetación frondosa con especies de gran importancia biogeográfica y la influencia del relieve ha permitido su conservación desde tiempos inmemoriales en los valles más encajonados. Místicas carballeiras dignas de las más célebres leyendas de la cultura gallega y majestuosas alisedas y avellanedas de ribera conservan ecosistemas de incalculable valor natural con un alto número de especies amenazadas de muy escasa distribución, como la salamandra rabilarga, el desmán ibérico o algunos helechos únicos altamente sensibles a la alteración de su hábitat. Pero el impacto humano, como el asfixiante incremento de los eucaliptos, ha mermado en gran parte la extensión de estos bosques, amenazando la viabilidad de dichas especies. Aunque la declaración de parque natural en 1997 ha frenado este proceso, no ha evitado nuevas amenazas, como la colocación de una línea de nueva tensión o la apertura de una mina de andalucita y, ahora, un trágico incendio que ya se ha llevado, para siempre, parte del último bosque atlántico europeo.