Al no cuadrarle las cuentas, instaló una cámara de seguridad dirigida a la caja registradora del negocio
18 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.A la propietaria de una pequeña empresa de fitosanitarios no le cuadraban las cuentas. No era nada llamativo, pero con el paso del tiempo notaba cómo su negocio no respondía a las expectativas. Pero recientemente volcó sus sospechas sobre una prima, a la que había contratado en el año 2005. Así, sin que la empleada se enterase, instaló una cámara de seguridad dirigida a la caja registradora del negocio asesorada por un detective privado. No tardó en comprobar cómo su prima retiraba pequeñas cantidades al día, veinte, cincuenta o cien euros. Al abrir la caja para cobrarle a un cliente la grabación recogía cómo apartaba entonces un billete y se lo guardaba en el bolsillo. En otras ocasiones abría la registradora evitando el timbre. Así, la dueña calcula, según consta en la denuncia de los juzgados de Betanzos, que le han robado «entre 90.000 y 100.000 euros».
La propietaria sospechaba del tren de vida de su pariente, vistiendo ropa de marca, organizando reuniones familiares y fiestas en casa durante numerosos fines de semana y con la pretensión de realizar una casa nueva. Todo ello, en teoría, con un sueldo de 800 euros al mes. La supuesta ladrona, de 35 años y sin antecedentes, fue despedida el pasado 13 de marzo. Su prima intentó negociar la devolución del dinero, pero, al no dar resultado, la denunció en abril ante la Guardia Civil. La mujer, detenida unos días después, negó los hechos y denunció a su prima por despido improcedente.