La Xunta pagará 455 euros al abogado de oficio del jefe de máquinas por 7 meses de juicio

Una de los asuntos que complicarán las cuestiones previas que se inician hoy es la delicada situación de la defensa de uno de los tres acusados: el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos. En su momento, los letrados de Mangouras renunciaron a representar al jefe de máquinas al no mantener contacto con él. Sin embargo, cuando este fue localizado por Interpol, se le asignó un abogado de oficio. El caso recayó en Paulino Pérez Riveiro, al que se le dio tres meses de plazo para preparar la defensa y leerse los más de 230.000 folios del sumario.

El tribunal reclamó en su momento a la Xunta que tuviera en cuenta las especiales circunstancias del caso de cara a los honorarios de los abogados de oficio. Pero Pérez Riveiro recibirá tan solo 455,30 euros por la preparación de la defensa y los siete meses de juicio, que le obligará a dejar prácticamente desatendido su despacho profesional. Esta cifra, asegura el abogado en una carta al director xeral de Xustiza, haría recaer en su persona la defensa del marino griego, «y no en los poderes públicos», como dicta la jurisprudencia.

La Xunta alega que los honorarios responden a lo que marca la ley, concretamente un baremo específico «para dilixencias previas de especial complexidade». El letrado sostiene que en el juicio del 11-M se hizo una excepción a esa norma y está dispuesto a plantear este pulso ante el tribunal para intentar que este juicio no suponga su «ruina» profesional y se garantice el derecho a la defensa de Argyropoulos. Incluso pondrá sobre la mesa su renuncia, algo que, en su opinión, retrasará el inicio del juicio.

El jefe de máquinas llegó a A Coruña hace unos días con el capitán Mangouras. Al parecer, ambos comparten un apartamento en la ciudad.

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