Dice que solo se ha superado una etapa de la crisis, gracias a la «solvencia» de la Xunta
28 nov 2012 . Actualizado a las 18:28 h.Hace apenas dos semanas, la canciller alemana, Angela Merkel, convertía en un ejemplo a seguir en toda Europa la severa agenda de recortes y de contención del gasto que se está aplicando en el vecino Portugal, y Alberto Núñez Feijoo confirmó ayer que aplicará estas recetas en Galicia y que no se desviará del carril por el que ha empezado a circular en el año 2009. El candidato del PP a la reelección como presidente de la Xunta pronunció ayer el discurso con el que pretende ganarse el apoyo del Parlamento a su investidura, y lo hizo renovando su compromiso con las políticas de austeridad y el rigor presupuestario para poder encarar «a senda do crecemento» a partir del año 2015.
En una intervención de 94 minutos, muy ceñida a la realidad económica del momento, Feijoo comparó la lucha contra la crisis con una «carreira de varias etapas» de la que solo se habría superado la primera en la anterior legislatura, con el armazón construido por la Xunta para estabilizar las cuentas públicas y controlar el déficit, lo que permitió situar a Galicia en la comunidad «máis solvente» del Estado. «Ser solventes -subrayó- permítenos seguir despexando o risco da perda de autonomía» y que mantener la «confianza» de los mercados y de los inversores.
El aspirante a la presidencia cree que ha llegado la hora de abrir una nueva etapa para encarar el crecimiento en esta legislatura. Dejó claro que el año 2013 todavía «será moi difícil», pues habrá un repunte del desempleo y una caída del producción, pero confía en que los primeros datos positivos empiecen a concretarse en el 2015, «previsión que debemos recoller con cautela», matizó de inmediato.
Para acompasar los pasos de la Xunta con la nueva etapa, Feijoo lanzó su propuesta estrella, que consiste en la creación de un fondo para el crecimiento, que se recogerá en el Presupuesto del 2013 y que aglutinará las principales líneas de estímulo de la Administración gallega.
También puso en valor otras medidas, ya esbozadas en la anterior legislatura, pero que no llegaron a aprobarse, como la ley de emprendedores, que regulará la concesión de bolsas para proyectos innovadores, la concesión de microcréditos para financiar iniciativas de alto valor añadido o la bonificación de cuotas a la Seguridad Social durante un año.
Asimismo, Feijoo revalidó la apuesta del PP para reducir en un 20 % el número de diputados del Parlamento, para recortar altos cargos, organismos públicos, tener el Gobierno autonómico más reducido de España, y para aminorar gasto administrativo, farmacéutico o educativo a través de la «eficiencia» de los recursos públicos. Asuntos como la ley de garantías sanitarias y la nueva ley do solo fueron puestas en la hoja de ruta para esta legislatura, así como la determinación de poner el parque de viviendas de protección autonómica que todavía está en adjudicar al servicio de las personas desahuciadas.
Los llamamientos a la unidad fueron constantes en su discurso, especialmente cuando planteó un gran pacto por el rural y por el futuro del sector lácteo, asunto que soliviantó a una decena de representantes de los ganaderos que seguían el debate desde la tribuna de invitados. «Estamos tirando o leite, somos 65.000 familias e temos que morrer así», gritó uno de ellos en medio de aplausos de los diputados de AGE y el BNG. Feijoo interrumpió su intervención unos instantes y aseguró que no le «tremerá a man» para acabar con las prácticas comerciales abusivas.
El incidente no fue a mayores y le permitió a Feijoo cerrar su discurso con un guiño al futuro: «O mellor está por chegar», dijo, pues insiste que en «Galicia rexurdirá» tras esta dura crisis.