Caixa Galicia le colocó a la millonaria indigente preferentes por valor de 316.000 euros

Alberto Mahía A CORUÑA/LA VOZ

GALICIA

La forense sostiene que la mujer no estaba en condiciones de administrar sus bienes y era «muy fácil de manipular»

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Durante la sesión celebrada ayer en la Audiencia Provincial de A Coruña salió a la luz una operación bancaria llevada a cabo por Josefina Quintela. Se presentó en la oficina principal de la entonces Caixa Galicia de Rúa Nueva el 29 de diciembre del 2003 para retirar «5.000 pesetas». «Porque para ella el euro no existía, no sabía lo que era», según los médicos que la trataron ese año y el anterior. Y salió de la sucursal tras suscribir participaciones preferentes por un valor de 316.200 euros «cuando era incapaz», según apuntó en el juicio la forense, «para discernir entre la peseta y el euro» o, según otra médico, «creer que una barra de pan costaba 12 pesetas». Con este deterioro estampó Josefina su firma en el contrato de compra de preferentes.

Ya el interventor del Banco Espíritu Santo declaró el miércoles que cuando la anciana millonaria aparecía por la sucursal sabían que tenían que emplear «veinte minutos al menos» en explicarle que 2.000 pesetas son 12 euros. Y aunque volviese al día siguiente a retirar la misma cantidad -nunca retiraba más de 30 euros-, volvía con la misma cantinela.

Josefina disponía de cuentas o inversiones bursátiles en BBVA, Espíritu Santo, Banesto y Caixa Galicia. En esta última entidad, según aparece en el extracto de operaciones bancarias llevadas a cabo por ella, realizó, sola o en compañía de su sobrina, importantes movimientos. Así, en diciembre del 2002 abonó a la procesada 1.015 euros derivados de la venta de valores, el 3 de julio del 2003 hizo efectiva la venta de acciones de Telefónica por valor de 7.114 euros, el 15 de octubre realizó a la acusada otro abono por acciones de 6.566 euros, el 27 de noviembre otro ingreso de 625.000 euros por una transacción de fondos de inversión. Todo ello, según la acusación, realizado por la procesada gracias al poder que tenía en sus manos. Y así se llegó al 29 de diciembre de aquel año, seis meses antes de morir, cuando Josefina suscribió con Caixa Galicia 316.000 euros en participaciones preferentes.