La crisis se ceba con el autoempleo, sobre todo en las ciudades
02 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«Si nos dejan, sacaremos el país adelante», dice Francisco Javier Pérez Bello (A Coruña, 1963), presidente de la Federación de Autónomos de Galicia, refiriéndose a los obstáculos que los políticos, en general, ponen a los emprendedores en este país. Y es en las áreas urbanas donde los autónomos lo están pasando peor. Sirva un dato: en una ciudad como A Coruña sobrevive hoy un tercio del comercio que había hace diez años.
-Sé que me va a pintar un panorama desolador, porque es el que hay. Pero si tuviera que diagnosticar el principal problema de los autónomos ¿qué diría?
-Que el crédito no fluye, y la falta de crédito nos asfixia. Antes, los socios que se acercaban por nuestra sede venían si acaso a preguntar por algún problema con la Seguridad Social, con algún proveedor... Ahora la mayoría quiere saber si hay alguna ayuda para jubilarse, cuánto les va a quedar. Y todo así.
-La cantidad de carteles de locales cerrados en las ciudades es para echarse a temblar...
-En el rural se nota menos. Los pueblos resisten mejor porque, de alguna manera, son más autosuficientes. Lo que de verdad se ha cargado esta crisis es el mundo urbano. Antes te planteabas ir a la ciudad con un proyecto de vida y ahora estás pensando cómo regresar a la aldea, el que la tenga. Insisto: el problema más importante, por encima de cualquier otro, es la financiación. Y va a peor, no te dan ni mil euros, es una cosa horrorosa. Y los propios directores de oficinas bancarias están muy presionados.
-¿Cuántos autónomos son en Galicia?
-Nuestra federación agrupa a unas cincuenta organizaciones de todo tipo en las que están más de 20.000 autónomos. Y en toda Galicia había 215.147 a finales de octubre.
-Y bajando...
-Sí, pero menos que otros años. Se ha detenido la caída en picado de los cuatro últimos pero, a pesar de todo, hemos perdido en lo que va de año en Galicia 1.350 autónomos. Y necesitamos crédito, pero también cotizantes.
-Los asalariados que se quedan en la calle piensan muchas veces en hacerse autónomos.
-Estamos casi en seis millones de parados, una cifra inasumible, escandalosa, una cifra que conduce a una revuelta social en cualquier país. Aquí, lo que pasa es que todavía hay una función social que cumplen las familias, unos aguantamos a los otros. Mucha gente a la que se le está acabando el paro, en situación de desesperación, intenta montar algo, busca qué sabe hacer, lo que sea para tener algún ingreso.
-Y como buen conocedor del sector, ¿Qué es lo primero que debe hacer alguien que piense en el autoempleo?
-Asesorarse, para eso hay muchos organismos, asociaciones, organizaciones como la nuestra, servicios de empleo de la Administración, el Igape que tiene muy buenos técnicos... Tienes que contarle a un experto cuál es tu idea, pensar bien en los medios, en los gastos, en los ingresos que prevés... Si un experto te dice que es inviable, es mejor que no te metas. Esto no es una ciencia exacta, pero un técnico especialista en autoempleo suele acertar en lo negativo. Si te dice que te vas a estrellar, es muy posible que te estrelles.
-¿Y en qué sector puede haber alguna salida?
-Cosas relacionadas con el uso de las tecnologías, porque tienen poca inversión. Algo que se pueda vender fuera, porque Galicia no compra y España compra menos. Y si el mercado es local, el segmento de los servicios personales a la gente mayor. La gente joven emigra, la población está envejeciendo y siempre harán falta profesionales en este sector.
-¿Va por la calle contando los negocios que cierran?
-Sí, leyendo carteles de «Se alquila», «Se vende», «Liquidación por cierre»... Y pasas a los quince días y los carteles siguen colocados.
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