Alerta policial por el repunte de alcoholemias, con 15.000 casos este año
23 dic 2012 . Actualizado a las 21:44 h.El nuevo plan de redistribución de radares fijos de Galicia ya se ha puesto en marcha. Los primeros en activarse son los del entorno de la ciudad de A Coruña, cuya operatividad estaba únicamente pendiente de los resultados de las verificaciones del Laboratorio Oficial de Metroloxía de Galicia. El viernes comenzaron a funcionar los dispositivos de control instalados en la AC-12, uno en el acceso a la ciudad por la avenida de Alfonso Molina, a la altura de Palavea, y otro en dirección salida y que se encuentra situado en la primera curva existente a la salida del puente de A Pasaxe, ya en Perillo. Este último sustituye al que operaba unos metros más adelante, en las proximidades del cuartel de la Guardia Civil de Tráfico.
Los dos nuevos radares están señalizados previamente, como apunta Pedro Pastor, coordinador de la DGT en Galicia. Ambos forman parte del plan diseñado específicamente para Galicia por los responsables de las cuatro jefaturas provinciales de Tráfico, del Centro de Gestión del Noroeste y de la Guardia Civil de Tráfico. En ese rediseño se han tenido en cuenta los nuevos tramos de riesgo detectados, como es el caso por ejemplo del radar del puente de A Pasaxe, trasladado a una zona en la que se produjeron varios accidentes por exceso de velocidad. Están previstos más controles fijos, que se pondrán en marcha en los próximos meses, en la autovía A-8, en la A-52 y en la N-VI, cerca de Lugo.
Pero si la velocidad es una de las preocupaciones de los responsables de la seguridad vial en Galicia, no lo es menos el alcohol. Hasta diciembre, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico han apartado de la carretera a 14.827 conductores que dieron positivo porque bebieron más de lo permitido para ponerse al volante: 0,25 (en la prueba de aire) para automovilistas en general y 0,15 para los profesionales, noveles y conductores de vehículos de urgencias.
El número de positivos por alcoholemia es muy elevado, pero también es cierto que se realizan muchas pruebas. Galicia es la segunda comunidad en número de controles. «Con el alcohol damos mucha caña», afirma el teniente coronel José Hermida, jefe de la Guardia Civil de Tráfico de Galicia. Se consumen alrededor de un millón de boquillas de etilómetros al año. «Estamos en una campaña de alcoholemia permanente», sostiene Hermida, quien considera el alcohol uno de los mayores problemas para el tráfico. Explica que los controles se establecen de acuerdo con los jefes provinciales de Tráfico, pero que suelen ser muy selectivos y se realizan en las zonas en las que se detectan los mayores problemas, en las zonas de marcha y de madrugada. «Buscamos a los borrachos para apartarlos de la carretera», dice el teniente coronel. Se trata de evitar casos como el de la joven que condujo ebria esta semana en sentido contrario por la AP-9 cerca de Vigo. Hermida dice que los agentes tienen que adaptarse a las costumbres: «Los riesgos por el alcohol se concentran entre las siete y las diez de la mañana».