El alcalde y los ediles habían dado su paga extra a personas sin recursos
05 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En el municipio de Sada se estaba escribiendo un tierno cuento de Navidad. En solidaridad con los funcionarios del Concello, el alcalde y los concejales del gobierno local decidieron renunciar a sus pagas extraordinarias de diciembre. Reunieron así unos catorce mil euros y los destinaron a aliviar las penurias de las 62 familias más necesitadas del municipio. Las posibilidades de gasto eran muy variadas. Calzado para menores, pago de facturas de luz y agua con amenaza de corte, algún pago de hipoteca o alquiler. E incluso una urgencia en el odontólogo. Pero sobre todo el montante principal se dedicó a comida, mucha comida con productos de primera necesidad. En este caso, las familias recibieron unos vales que podían entregar en los supermercados más populares del municipio. Posteriormente, estos ajustarían cuentas con el Concello entregándoles la relación de productos demandados.
Pasadas las fechas centrales de la Navidad, el departamento de Servicios Sociales recibió los justificantes de pago. La gran mayoría de las familias demostraban en esa lista la urgente necesidad de productos básico como patatas, galletas, arroz, pasta... Pero los técnicos descubrieron entonces un papel que emborronaba el dulce cuento navideño. Una de las 62 familias había optado por destinar el dinero -al que habían renunciado los ediles de Sada- a darse un homenaje gastronómico propio de la alta sociedad. La factura que llegó a las dependencias municipales fue especialmente comentada. En ella se recogía el gasto de dos lotes de «percebes gallegos medianos», jamón ibérico, jamón de Granada, langostinos cocidos, latas de anchoas, lomo embuchado y productos de droguería. La compra se realizó el día de Nochebuena en un supermercado de Sada.
Sin devolución
La nota de gastos no sentó bien en el seno del Ayuntamiento. En los últimos días intentan averiguar cuál de las 62 familias ha destinado «de forma inadecuada» los recursos personales de los concejales. No habrá castigo ni obligación de devolver los dispendios navideños, pero una vez localizada, la familia será borrada del listado de Servicios Sociales, que tiene baremadas a las familias susceptibles de recibir ayudas.
El alcalde de Sada, el popular Ernesto Anido, no ve motivos para no repetir la iniciativa en próximos años. Recalca que las otras 61 familias «han hecho un uso correcto» de los fondos extras recibidos. «Ese es motivo suficiente para repetirlo. Por la mancha de una persona no se va a perjudicar a las demás, considero que la iniciativa sigue siendo buena -explica-, de hecho, gracias a esto hemos podido localizar esta irregularidad y sin haber tocado el dinero de los sadenses, sino solo del equipo de gobierno». Así que el cuento de Navidad sigue impoluto.