Después del paso de los gallegos y los asturianos, ayer la instructora de la operación Manga dedicó el día a la rama catalana. Los cuatro detenidos en Cataluña viajaron toda la jornada del viernes en vehículos del Servicio de Vigilancia Aduanera hacia Lugo. Llegaron a última hora de la tarde y durmieron en el cuartel de la Guardia Civil. La investigación está centrada en la comarca de la Selva, donde los investigadores han detectado la existencia de multitud de irregularidades, entre ellas oposiciones que se hacían a la carta para que entraran personas previamente seleccionadas.
El primero de los detenidos que prestó declaración fue Juan Carlos Feliu, el responsable de un departamento del consejo comarcal de dicha comarca catalana. Pasó un par de horas ante la jueza y el fiscal y, finalmente, quedó libre tras pagar una fianza de 5.000 euros.
Pasadas las cuatro y media de la tarde comenzó a ser interrogado José María Font, apoderado y administrador de la empresa GRS Arc Local. Quedó en libertad sin fianza.
Pasadas las seis, fue conducido a los juzgados el alcalde del municipio gerundense de Sant Hilarí Sacalm. A las once de la noche de ayer todavía no había comenzado su declaración. A esa hora la jueza seguía interrogando a otro de los detenidos, Alexandre Ross, administrador de la empresa anteriormente citada.