La fuerte presión de los regidores contra la reforma local ha obligado al Gobierno a ralentizar el proceso
08 abr 2013 . Actualizado a las 10:51 h.La fuerte presión de los alcaldes contra la reforma local ha obligado al Gobierno a ralentizar el proceso, aunque no su determinación de sacar adelante una reordenación que ajustará los sueldos de los regidores. Hacienda, que estudia las alegaciones del municipalismo y las autonomías al anteproyecto, quiere resolver antes de final de año el trámite parlamentario para que al menos la regulación de las retribuciones pueda entrar en vigor con la Ley de los Presupuestos del Estado del 2014.
Rajoy pretende así dar prioridad a la parte del segundo intento de reforma local que levanta más ampollas entre los alcaldes, pese a ser una versión suavizada respecto a la idea inicial de suprimir 1.143 concejales en Galicia y limitar el sueldo de los miembros de la corporación al 0,6 % del presupuesto municipal.
Revisión del plan
Hacienda sabe de esa contestación, que en Galicia encabezan los alcaldes del PP y apoya la Xunta, pero quiere lanzar un guiño a los ciudadanos en la parte de la reforma que mejor entienden. Con todo, es probable que revise su plan de dejar sin sueldo a los alcaldes de municipios de menos de mil vecinos, ante el cierre de filas de PP y PSOE.
Los regidores han reclamado al Gobierno que en los ayuntamientos de menos de mil habitantes los alcaldes tengan al menos derecho a una dedicación parcial; que el salario del regidor de la mayor población de la provincia marque el tope de las retribuciones de cada presidente de diputación, y que los Presupuestos del Estado no fijen los sueldos de los funcionarios locales, como tampoco lo hace en el caso de los de las autonomías.
Los alcaldes plantean al Ejecutivo que en su reforma no se impida a los municipios de entre 5.000 y 1.000 habitantes contar con personal eventual, así como que las competencias tributarias que asuman las diputaciones sigan siendo reguladas por los ayuntamientos.