«Si lo matas, mi mamá nos deja pasar una noche juntos»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

La policía interceptó un mensaje de la hija de la inductora del crimen de A Coruña

23 may 2013 . Actualizado a las 09:56 h.

Las cartas ya se van poniendo boca arriba y los procesados llevan una mala mano. Porque todos, excluyendo al exmarido de la presunta inductora, retransmitieron el crimen de la Cubela en decenas de mensajes de móvil y de Tuenti que fueron saliendo a la luz estos días. Pensando, tal vez, que aquellos correos en los que madre e hija buscaban voluntarios para escarmentar a un hombre se los tragaría la tierra, contaban su propósito abiertamente, sin doble lenguaje o palabras clave. Valga como ejemplo: «El papá de mi hermano le va a pegar con usted» o «después de que tú le des un golpe certero para que caiga, luego no reconoce a mi mamá. Ahí sale ella a botellazo limpio».

Por si fuera poco, sus móviles fueron situados por las compañías de telefonía en la zona del crimen. A la misma hora. Hasta el último mensaje que recibió la víctima en vida, cinco minutos antes de caer muerto, pidiéndole que bajara a la calle, era del teléfono de la procesada. Y si el crimen lo fueron anunciando, tras cometerlo, lo comentaron durante días. Por no recordar la foto del cadáver que la hija envió a una de las muchas novias del fallecido en la que le escribió: «Ya te dije que si no era para mí, no es para nadie».

La duda, que para la policía y las acusaciones no es tal, es si la declaración de la hija es o no veraz. Pues la menor aseguró que ella sola lo tramó todo y que si el móvil de su madre estaba en la Cubela aquella noche fue porque ella lo tenía en su poder.

El hombre que asumió el peso de la investigación puso ayer de vuelta y media a la supuesta inductora, a la que considera instigadora, autora intelectual y manipuladora. Recordó que en aquellas fechas navideñas de finales del 2011, esta mujer tenía tan poco dinero como conciencia y no le importó volver a los brazos de su exmarido para aliviar su economía, no para amarlo. Porque tras una separación tormentosa en la que ella lo denunció varias veces -todas archivadas, salvo una en la que ella fue acusada de denuncia falsa-, se arrimó a él sin dejar de verse con Jonnier y con algunos otros más, matiz reconocido por ella misma ante al jurado. No acaban ahí sus manchas. El mando policial, sin ahorrar detalles, aseguró que no le importó manipular a su propia hija para que fuera ella quien asumiera la búsqueda de hombres dispuestos a ejecutar su macabro plan. Para que el jurado se hiciera una idea de lo que podía llegar a hacer, recordó el mensaje que envió su hija de 15 años al presunto autor material en el que le decía: «Si lo matas, mi mamá nos deja pasar una noche juntos». Luego explicó cuál fue la puntilla que terminó de convencer a los autores materiales. La mujer les dijo que Jonnier había abusado de su hija y la había dejado embarazada.