Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Solo uno de cada diez menores en acogida está en una familia ajena

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La niña encontrada en A Estrada apareció en una caja de cartón hace ahora diez días.
La niña encontrada en A Estrada apareció en una caja de cartón hace ahora diez días. marcos míguez< / span>

El porcentaje de niños en centros residenciales aún representa el 44 %

24 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un total de 2.732 menores pasaron a lo largo del 2012 por un centro de acogida o un hogar temporal, sea de familias ajenas o bien de parientes que se hicieron cargo de los pequeños durante mayor o menor tiempo. Es una cifra que ha bajado en torno al 10 % en tres años, pero se mantiene la proporción en cuanto a los recursos que utiliza la Consellería de Benestar. En casi la mitad de los casos, 1.306, el menor, ante una situación en la que hay que separarlo de sus progenitores o estos tienen dificultades para hacerse cargo de él, fue acogido por parientes; otro porcentaje importante, 1.193, fueron enviados a centros residenciales; y únicamente 233 de los 2.732 casos, menos del 10 %, se fueron con una familia ajena inscrita en el banco de hogares acogedores.

Esta cifra tan pequeña choca con dos realidades. Una, que en términos genéricos la mejor alternativa cuando un niño no puede estar con su familia biológica es el acogimiento en otro hogar; y otra, que hay muchas familias en el banco que no tienen actualmente menores a su cargo. La explicación a esta paradoja es múltiple. Desde Benestar aclaran que hay diferentes circunstancias que provocan que un menor no pueda estar con una familia de acogida aunque exista esta oferta. Por ejemplo, que el menor tenga una patología o discapacidad que obliga a unas condiciones sanitarias especiales; que reciba visitas muy frecuentes de sus padres biológicos con una participación activa en los cuidados del menor; o que haya habido un fracaso en un acogimiento previo, lo que requiere un período de duelo antes de que el menor vaya a vivir con otra familia.

A finales del 2012 había en Galicia más de medio centenar de familias que aun queriendo acoger no tenían un menor en casa. ¿Los motivos? La ubicación -es decir, se precisaba que estuviesen cerca de determinada localidad-; las habilidades, ya que el menor tenía alguna discapacidad o problema de comportamiento; o bien se trata de un grupo de hermanos, para los que no hay ninguna familia disponible, lo que obliga a que se sigan abriendo centros.