Dos guardias civiles evitan la muerte de un matrimonio en un incendio de Malpica

GALICIA

«Se o incendio fose de noite non estariamos aquí, iso seguro», asegura la octogenaria
02 jul 2013 . Actualizado a las 11:41 h.«Nuestra preocupación era el marido, que estaba encamado en una habitación contigua a la sala donde se produjo el incendio». Esta frase resume los primeros minutos del operativo montado sobre las cuatro de la tarde del 24 de junio por dos agentes de la Guardia Civil de Malpica, María Janeiro Brea y Sandra Becerra Mallo, antes de que llegasen a una vivienda del número 9 de la rúa da Igrexa malpicana los equipos de emergencias. La rápida intervención de estas agentes evitaron que un matrimonio muriese intoxicado por la inhalación de humo.
María es la más veterana. Lleva veinte años en el cuerpo. Sandra, siete. Ambas coordinaron el rescate de José Francisco Castro Verdía, de 94 años, y Lucía García Veiga, de 88.
María relata cómo fueron aquellos instantes: «Nos avisó un vecino. Llamamos a emergencias pero actuamos al saber que había gente en peligro. No había tiempo que perder. El humo era denso, no te dejaba ver. Entramos en el edificio y ayudamos a bajar a la mujer a la calle, que iba del brazo de un nieto. Pero quedaba el hombre, por el que su mujer suplicaba ayuda».
Con un extintor que habían cogido previamente del vehículo, las agentes sofocaron las llamas del salón. «Después entramos en la habitación y el señor tenía algo de hollín en la cara. Le pusimos una mascarilla y procedimos a estabilizarlo», contaron.
El problema adicional es que la cama era eléctrica y las escaleras del edificio, muy estrechas. Las agentes esperaron al 061 para evacuar a José Francisco. Fueron 15 minutos angustiosos porque la humareda cubría todo el inmueble.
Pese a sufrir problemas de audición, Lucía García recuerda los angustiosos gritos de sus vecinos. «Deiteime sobre as tres e no momento das lapas estaba profundamente durmida. Estou moi mal do oído, pero escoitei os berros dende á rúa e levanteime para ver que pasara. Entón vin o fume. Primeiro intentei abrir a fiestra da habitación, pero as persianas son eléctricas e o incendio provocou un curtocircuíto, polo que fun ata a cociña para abrir a fiestra. Logo intentei chegar ata a habitación do meu marido, pero foime imposible. O fume afogámabe, polo que decidín esperar», relató.
Lucía recuperó la sonrisa y agradeció el trabajo de los que participaron en el rescate: «Se o incendio fose de noite, non estariamos aquí, iso seguro». La octogenaria dice sentir un cariño especial por sus salvadoras. «Foron moi rápidas e estiveron pendentes en todo o momento do meu home». Las aludidas restaron importancia a su actuación. «Hicimos nuestro trabajo -dijo María Janeiro-, no somos heroínas. Si supiera la cantidad de vecinos de Malpica que colaboraron quedarías sorprendido».