Ninguna señal física advierte en la vía de que debe reducirse la velocidad a 80 km/h

La Voz

GALICIA

El auto recoge que el maquinista debe conocer la limitación en base al cuadro de velocidades máximas

30 jul 2013 . Actualizado a las 23:08 h.

Las dos balizas previas a la curva en la que se accidentó el tren en Santiago indicaban al conductor «vía libre», lo que significa que podía circular a 200 kilómetros por hora, según se desprende del auto del Juzgado número 3 de Santiago que determinó la puesta en libertad con cargos de Francisco José Garzón Amo. En el mismo, queda recogido que en el punto kilométrico 84,230, ochenta metros antes del lugar donde descarriló el convoy, no hay ninguna señal física que advierta que es obligatorio reducir la velocidad a 80 kilómetros por hora, aunque esta limitación sí aparece «en el libro horario y en cuadro de velocidades máxima». Son estos dos soportes los que obligan al conductor a conocer cuál es la velocidad a la que debe circular, según se desprende de la investigación.

El auto recoge la declaración del maquinista, que reconoce que el accidente es producto de un despiste o un error humano y que el accidente es producto del exceso de velocidad al que se llega a la curva. También recoge la existencia de la grabación de una conversación entre el maquinista y el centro de control que revela que podía circular a 190 kilómetros por hora en los momentos previos al accidente. «La exclusiva dirección de la máquina por Francisco José permite concluir, de forma lógica, que ha sido él el autor de la conducción inconveniente y, consiguiente, de la salida del tren de al vía y del funesto resultado: la muerte de numerosas personas, 79 hasta el día de hoy, y numerosas personas, más ún que fallecidas, lesionadas».

Fuentes gubernamentales han recordado a La Voz que la normativa vigente no exige colocar señales físicas en las cercanías de las estaciones y que únicamente son obligatorias cuando en un tramo posterior los trenes pueden volver a circular a más velocidad.