Fácil de manejar, pero más difícil de entender que otros. De esta forma describen los maquinistas este modelo que utilizan en el corredor gallego de alta velocidad
30 jul 2013 . Actualizado a las 23:03 h.«El Alvia es mucho más fácil de conducir que otros trenes, pero también es mucho más difícil de entender, porque es más sofisticado, tiene más funciones». Así responde un maquinista con experiencia en la línea Ourense-Santiago a la pregunta de si es difícil conducir un tren como el que descarriló la noche del 24 de julio. Los Alvia de la serie 730, operativos solo en Galicia y desde junio del año pasado, son los primeros trenes híbridos de Renfe. Incorporan tracción eléctrica, pero también diésel, para poder circular con prestaciones de alta velocidad por líneas sin catenaria.
¿Cualquier maquinista puede manejar un Alvia?
Ningún maquinista puede conducir un tren para el que no haya recibido formación específica. Tienen que hacer un curso. Y aprobarlo. El del Alvia dura tres semanas de teoría y una más de práctica, un tiempo durante el que los cursillistas se tienen que dedicar solo al aprendizaje. Desde hace aproximadamente un mes, quienes conducen Alvias en Galicia también tienen la formación necesaria para tripular un Avant, los trenes de alta velocidad para trayectos cortos que cubren el corredor atlántico. Pero en estos momentos los maquinistas de Avant no están formados para conducir un Alvia. De igual manera, nadie puede hacer un trayecto que no haya conocido previamente en recorridos de prueba, en los que los conductores van acompañados de un jefe de maquinistas que les va explicando las características de la vía.
¿Cuántos maquinistas lleva este tren?
Hace años que los trenes son conducidos por una sola persona. Tras el accidente de Santiago, las primeras informaciones hablaban de dos maquinistas. En realidad, en la cabina solo iba José Francisco Garzón. El otro maquinista del que se hablaba era el que había llevado el tren entre Medina y Ourense, que en esta última estación siguió como pasajero para llegar a su lugar de residencia.
¿No sería más seguro que fuesen dos?
Sí, pero lo cierto es que los Alvia y el resto de los trenes actuales están pensados para que pueda conducirlos una persona sola. Nadie reivindica la vuelta de la figura del ayudante.
¿En la cabina no entra nunca nadie más?
Lo habitual es que vaya el conductor solo. Pero no es raro que entre el interventor para informar de incidencias.
¿Cómo es la cabina de uno de estos trenes?
La cabina de un Alvia es más amplia de lo habitual, caben hasta seis personas, aunque la normativa vigente establece que en ningún caso pueden entrar más de cinco juntas. En los Avant, por ejemplo, solo cabrían dos, y apretadas. El cuadro de mandos está dispuesto bajo el parabrisas delantero, frente al asiento en el que va el conductor.
¿Puede el maquinista abandonar la cabina?
Con el tren en marcha, ni a orinar. El conocido como sistema de hombre muerto impide ausencias prolongadas. Es un viejo dispositivo que consiste en un pedal que el conductor ha de accionar cada cierto tiempo. Los Alvia tienen dos temporizaciones distintas para este dispositivo. La larga está activada cuando el conductor tiene el pedal pisado y obliga a levantar y bajar el pie cada veinte o treinta segundos. La corta se activa si en algún momento se retira el pie del pedal, y dura cuatro o cinco segundos. Si el conductor no vuelve a pisar, se enciende una luz de alerta y después suena una alarma de tres segundos. Si no hay reacción, el tren se para.
¿Pueden usar el móvil mientras conducen?
El reglamento de Renfe dice que las llamadas de teléfono deben restringirse a lo necesario y solo el tiempo estrictamente imprescindible. Los maquinistas llevan móviles corporativos, y los usan para comunicarse con los puestos de mando. Las llamadas particulares no están prohibidas. En los Alvia de la serie 730, todas las conversaciones que se mantengan en la cabina quedan grabadas por un micrófono que está en el cuadro de mandos.
¿Cuánta concentración requiere tripular un Alvia? ¿Más que conducir un coche?
Al conducir un coche hay que ir pendiente de la carretera y el volante. Un tren va sobre carriles, pero hay que vigilar las señales y la velocidad. Y además en cualquier trazado hay incidencias, dentro y fuera del tren. Por ejemplo, en la vía de alta velocidad Ourense-Santiago hay cuatro zonas neutras, en las que cambia la fase de la corriente eléctrica. En esos cuatro puntos, el maquinista tiene que apagar el tren suficientemente cerca del límite, para que solo con la fuerza de la inercia el convoy alcance el punto en el que entra la nueva fase. También hay que tener en cuenta que a las velocidades máximas que permite la vía gallega de alta velocidad se recorren tres kilómetros cada minuto. «Eso no te permite precisamente ponerte a pensar en tus cosas y evadirte de la conducción», dice un maquinista de Alvia.
¿Un maquinista puede poner el Alvia a la velocidad que quiera?
Los conductores de los Alvia tienen que guiarse por la llamada hoja de marcha, un documento en papel (o digitalizado en un documento PDF si el conductor usa tablet) que en cada tren marca la hora de salida, las de paso por cada localidad y la velocidad máxima a la que puede ir entre cada estación. El sistema de última generación ERTMS incorpora toda esta información al ordenador de a bordo y controla automáticamente la velocidad. Los Alvia lo tienen, y la vía Ourense-Santiago también, pero el caso es que los maquinistas tienen orden de utilizar exclusivamente el sistema ASFA (en la versión 200 algunos o en la digital los más) en todo el trazado gallego de alta velocidad. Los maquinistas no pueden superar los doscientos kilómetros por hora, porque el ASFA no está pensado para circular por encima de esa velocidad y el tren se detendría.
¿Hay multas en Renfe por sumar retrasos?
No. Ni en los Alvia que circulan por Galicia, ni en el AVE, ni en las líneas convencionales. Los maquinistas cobran un plus anual de productividad. Para calcularlo se usan diferentes parámetros. La puntualidad es uno de ellos, pero su peso específico es limitado. Todos los maquinistas consultados insisten en que nadie corre más por miedo a ganar menos dinero.
¿Cuánto tiempo seguido puede conducir un maquinista?
Seis horas de día y cinco horas y media de noche. Se pueden pasar estos límites, hasta las nueve horas por jornada, pero siempre que en medio el conductor descanse al menos 45 minutos.