De los 3.000 que usan la sanidad, se inscribieron en este plan 1.200
02 sep 2013 . Actualizado a las 11:00 h.El 24 de septiembre del 2012 entró en vigor el Programa Galego de Protección Social de Saúde Pública, cuyo objetivo es dar cobertura sanitaria a todos los inmigrantes irregulares a los que un real decreto del Gobierno central les retiró el derecho a la asistencia no urgente. El plazo finalizaba en junio del 2013 para aquellos simpapeles que antes tenían tarjeta sanitaria e iban a quedarse sin ella, pero viendo la lentitud con la que los extranjeros se inscribían en el programa, el Sergas decidió ampliar este período. Once meses después de entrar en vigor, están inscritos unos 1.200 simpapeles, de los 3.000 que acuden regularmente al sistema sanitario gallego.
Además, se trata de un programa anual que debe renovarse, por lo que pronto tendrán que pedir prórroga los primeros que se inscribieron. La Consellería de Sanidade, aprovechando esta coyuntura, dará un paso más para que los inmigrantes cumplan con este requisito y prevé obligar a la inscripción para dar cita en la consulta de un centro de salud. Hasta ahora cuando un extranjero que está en España en situación irregular llamaba para pedir una cita, esta se fijaba, además de informarle de la necesidad de anotarse en el programa. «Probablemente tengamos que dar un paso más -explica el secretario xeral de la consellería, Antonio Fernández Campa- y obligar a la inscripción. Hasta ahora es algo más informativo, pero estamos en la mitad de la gente que deberíamos tener inscrita, por lo que ahora vamos a dar un nuevo paso y pedir que nos pasen cubierto el documento de solicitud del programa para darles la cita», asegura.
Este mes la Xunta se reunirá con las oenegés que trabajan con estos colectivos no solo para informarles y preguntar su opinión por esta medida, sino para determinar qué trámites se pedirán a aquellos simpapeles que ahora deban solicitar una prórroga. Básicamente se exigirá un escrito en el que el usuario muestra su intención de solicitar la prórroga, y un certificado de ingresos tributarios, «o la opción de que nos dejen a nosotros que lo solicitemos a la Agencia Tributaria», dice Campa. El secretario xeral insiste en que este colectivo es reacio a entregar documentación porque temen que se trate de un asunto de extranjería, «y no queremos generar temor o rechazo», que provoque que el inmigrante, por no entregar esta información, se quede sin asistencia sanitaria.
Solo adultos
Esta medida es solo para los adultos que utilizan los servicios sanitarios, ya que menores y embarazadas tienen la misma atención que un usuario con tarjeta sanitaria. El real decreto del Ministerio de Sanidad recoge que los simpapeles solo tendrán derecho a la atención urgente. El programa que creó Galicia para atender a este colectivo que se queda sin cobertura ofrece los mismos servicios que la tarjeta sanitaria, pero solo es válido en Galicia, es decir, en otras comunidades el inmigrante solo tendrá la atención urgente. No obstante, el programa gallego también exige estar empadronado al menos 183 días para estar dentro. De hecho, una de las reivindicaciones que plantearán las oenegés al Sergas es que se permita la inclusión de algunos colectivos -como los simpapeles con enfermedad mental- aunque no tengan este empadronamiento previo.
Requisitos
Este programa se presentó en septiembre y los requisitos para inscribirse son llevar seis meses en Galicia; no tener recursos ni en España ni en el país de origen; ni opción de acceder a la sanidad por ninguna otra vía. El Sergas comprobó que los primeros meses de aplicación pasaban por el sistema sanitario unos tres mil simpapeles, que son los que quiere fidelizar en el programa. Tras el escaso éxito de inscripción, solo lo solicitaron un 10 % del total, en torno a 320, la Xunta no solo aumentó el plazo para hacerlo sino que incorporó en el aplicativo informático a la hora de dar cita la información sobre el programa. Como ni siquiera con este sistema se consiguió llegar al 50 % de los simpapeles, el Sergas ha decidido establecer ahora un requisito más claro para dar una cita.