Tres incendios sin control calcinan más de mil hectáreas

laura lópez / emilio forján / j.m. sande LUGO, SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El fuego amenazó viviendas en el monte Pindo, Negreira y A Fonsagrada

12 sep 2013 . Actualizado a las 10:52 h.

Galicia volvió a sufrir ayer el azote de las llamas. Esta vez fueron en monte Pindo, en Mazaricos y Carnota, y los concellos de Negreira y A Fonsagrada los que lo sufrieron. En los tres la Consellería do Medio Rural decretó el nivel 1 por la cercanía del fuego a los núcleos poblados. Las llamas amenazaron Lueiro, Barbazán y Lobios en Negreira; y Vilar de Cuíña, en el de A Fonsagrada. Según la estimaciones de la Xunta a medianoche, los tres fuegos habían calcinado más de mil hectáreas.

Además esta madrugada la Xunta ha decretado durante unas dos horas el nivel 1 de alerta en un incendio en Porto do Son, cerca del núcleo de Baroña. La alerta se activó a las 03:25 horas y fue desactivado a las 05:17 horas. El fuego ya ha quemado, según las primeras estimaciones provisionales, unas treinta hectáreas.

Fue durante la madrugada del lunes al martes cuando se registró un primer incendio en Negreira, un fuego que quedó apagado en torno a las ocho del miércoles. Pero las brasas prendieron de nuevo ayer a las tres de la tarde y a las 16.40 horas fue cuando la Xunta optó por declarar el nivel 1 como medida preventiva al acercarse el fuego a Barbazán y Lueiro. Fue en ese último pueblo donde la conselleira Rosa Quintana tuvo que aguardar con los vecinos a que el fuego, que había alcanzado las vías de acceso al lugar, pasara de largo. Ya por la tarde, impulsado por el viento del nordeste, el incendio traspasó el límite del concello de Outes, acercándose al lugar de Insúa. El incendio fue en paralelo al curso del Tambre. En torno a las ocho de la tarde, uno de los flancos estaba controlado, pero todavía estaba vivo junto a Bellalta. Ayer habían ardido ya 400 hectáreas. En los trabajos participaron un técnico, tres agentes forestales, nueve brigadas, cinco motobombas, palas, aviones y helicópteros. Además los vecinos de las zonas afectadas recurrieron al purín para humedecer el entorno de las viviendas.

En A Fonsagrada (Lugo) fue decretado el nivel máximo de alerta, el 1, desde primera hora de la tarde de ayer. El incendio forestal continuaba anoche avanzando descontrolado y al cierre de esta edición había calcinado 350 hectáreas. Se ha quemado monte raso, pero también árboles autóctonos, sobre todo pinos. Estaba previsto que permaneciesen en la zona durante toda la noche varias dotaciones de extinción para evitar que el fuego llegase a las casas.

El incendio comenzó sobre las tres de la tarde en varios focos a la vez -al menos cuatro- a lo largo de un kilómetro, en un sendero que hay junto al río Navia, situado en el fondo de la ladera de O Vilar da Cuíña, entre Naraxa y Miñide. Es decir, fue intencionado y bien calculado para que fuese imparable hasta consumir toda la montaña, un lugar en el que se asientan varios pueblos. El fuego ascendió rápidamente por las laderas del monte, cuya pendiente llega, en algunos casos, al 80 %, y se acercó peligrosamente a los núcleos de Arexo, A Fornaza, O Vilar da Cuíña, Liñares de Bidul, Miñide, Restrumeiro y Vilabol de Suarna.

El monte Pindo también era pasto de las llamas durante la noche (350 hectáreas calcinadas). El fuego fue avanzando descontrolado y empujado por fuertes rachas de viento hacia una zona de difícil acceso y con abundante maleza. Las llamas descendieron por una ladera del monte y llegaron hasta el mar, cruzando la carretera AC-550, la que conecta O Ézaro con Muros.

La aldea de Panchés quedó totalmente cercada por las llamas y la estrecha vía de comunicación de acceso impedía que pudiesen acercarse las motobombas. La zona se quedó sin tendido eléctrico y los vecinos luchaban con sus propias mangueras y cubos para mantener el fuego lejos de sus casas.