Cuarenta horas en ruta en el autobús de A Coruña a París y Londres
19 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«¿A qué hora llegamos?», pregunta el viajero. «Amigo, cuando tenemos que recorrer 1.850 kilómetros sabemos cuándo salimos pero no cuándo llegamos. Es mucha carretera, hoy vamos muy bien de tiempo», dice el chófer.
Alsa, que es socio de Eurolines, hace salidas diarias desde A Coruña rumbo a París y Bruselas. El bus que parte a las 14.00 horas llega a Victoria Station a las 20.30 horas del día siguiente. Si el viaje se hace de un tirón cuesta 217 euros (ida y vuelta) y dura 30 horas. Hay que darle un margen porque a veces surgen incidencias como averías o atascos. Un embotellamiento en Tours, cuando un peregrino se apea para iniciar el Camino Francés, acarrea retrasos. Y la ruta coincide con las obras de alta velocidad Tours-Burdeos. Una leve demora en el control de pasaportes del túnel del canal de la Mancha significa perder el tren que transporta al autocar en sus bodegas selladas.
Poco compite el precio con el vuelo de A Coruña a Londres. El ahorro es de 50 euros. El palizón por carretera compensa si hay que apearse por el camino o salir ya mismo.
El autobús lleva aseos y se detiene cada dos horas en restaurantes como O Rei das Tartas, en Mondoñedo, o mesones de Asturias. No falta un cola-cao con sobados en una gasolinera de Cantabria tras anochecer en los brumosos Picos de Europa. Y se ven pueblos pintorescos desde la ventanilla como los caserones de Llanes. En Bilbao se apean los emigrantes y suben mochileros y trabajadores de París. En San Sebastián sube una africana, 4 hijos y maletas.
De madrugada hay parada en un área de descanso de Burdeos, ideal para estirar las piernas y beber un café au lait. Luego toca Poitiers y Futuroscope. Campos de cereal flanquean el valle del Loira y sus castillos (invisibles desde la autovía). Suenan los móviles y la cháchara.
En la estación de París-Gallieni, un estudiante de A Coruña se apea deprisa para hacer el transbordo a Londres. Otros esperan por el nocturno y aprovechan la tarde para visitar en metro la torre Eiffel. De vuelta a Gallieni, hay que hacer el embarque a Londres una hora antes. A los ingleses de la cola se les reconoce por sus bolsas de Sailsbury, el supermercado barato con autopago. El bus lleva wifi gratis y los pasajeros consultan sonrientes sus tablets y smarphones. Al amanecer, el bus entra en Victoria Station. Han pasado 40 horas y 1.955 kilómetros.
EN Ruta de A Coruña a París y Londres De Martes a jueves