Uno de los 39 que reclaman los 4,7 millones: «Que no busquen más. La primitiva perdida es mía, tiene mi firma detrás»
GALICIA

Antonio García está tan seguro de que el premio es suyo que ya lo tiene medio gastado: «A los míos no les faltará de nada»
22 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Soy el ganador del premio». Así se presentó ayer Antonio García, que se jugaría su mano derecha a que el boleto de la primitiva perdido en una administración coruñesa hace poco más de un año con los números 10, 17, 24, 37, 40 y 43 y premiado con 4,7 millones de euros le pertenece. Fue quien lo perdió. No tiene ni la más mínima duda. De hecho, casi lo tiene gastado. Dice que a su madre le comprará un piso, otro a su expareja, y que a los suyos no les faltará de nada.
-¿Por qué está tan seguro?
-Porque recuerdo perfectamente cada uno de los pasos que di aquel 30 de julio, desde que sellé el boleto hasta que lo perdí. Y porque el resguardo tiene mi firma detrás. ¿Hay mejor prueba que esa?
-¿En qué momento lo selló?
-Lo recuerdo como si fuese hoy. Fue el mismo día del sorteo, el 30 de julio del 2012, que además es el cumpleaños de mi madre. Al mediodía acudí a Carrefour a comprar unas cosas y al pasar frente a la administración tuve una fuerte corazonada. Yo ya llevaba años diciendo que me iban a tocar 5 millones de euros en la lotería. Así que le dije a la empleada del establecimiento que me diese una primitiva de una apuesta de la máquina. Antes de irme, le anuncié a la mujer que me acababa de hacer millonario.
-¿Y en qué momento la perdió?
-Pues también ese mismo día, por la tarde, casi noche. Llevaba el boleto en la mano, que en casa había firmado por el reverso y además le hice tres marcas que me las voy a callar para tener más pruebas de que el billete es mío. Bajaba con un amigo la escalinata de la plaza de San Agustín y tenía que darle 20 euros. Como llevaba un billete de 50, entré en la administración número 22 -donde se encontró- para pedir que me lo cambiaran. Fue en ese momento cuando me lo dejé olvidado.
-¿Cuándo se dio cuenta de que le faltaba?
-Al llegar a casa. Moví cielo y tierra. Estuve cuatro días buscándolo por todas partes. Estaba seguro de que aquel resguardo me iba a hacer millonario. Pero con el tiempo me fui convenciendo de que no podía vivir con esa angustia y terminé por olvidarme.
-¿Qué le hizo ahora recordar todo aquello y reclamar el premio después de un año?
-Lo que fue saliendo en la prensa. Porque esa es otra; si no llega a salir en La Voz el asunto, nadie se hubiese enterado y el lotero, dentro de dos años, hubiese cobrado el dinero. No es normal que lo lleven tanto en secreto durante un año y que sea la prensa la que anuncie la búsqueda del premiado porque lo cuenta el Ayuntamiento. A lo que íbamos. Cuando leí la semana pasada que el boleto había sido sellado en Carrefour y encontrado en la plaza de San Agustín, me vino todo a la mente. Hablé con el amigo que estaba aquel día y los dos recordamos el momento de ir a la administración a cambiar el billete de 50 euros aquel día.
-¿Qué va a hacer ahora?
-Ya lo reclamé en el Ayuntamiento y quiero que me hagan una prueba caligráfica para demostrar que la firma es mía. Además, diré las tres marcas que lleva el boleto.
-¿En qué se gastará tanto dinero si resulta ser usted el dueño?
-Le compraré un piso a mi madre, otro a mi expareja y a los míos no les faltará de nada mientras viva. También me gustaría montar una empresa de ascensores y luego llevar una vida normal.
-¿Cómo está de dinero?
-Pues no muy bien. La crisis, la falta de trabajo...