«O que doe é non saber que lle pasou ao noso fillo tan lonxe»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Los padres del ourensano asesinado en Colombia esperan su repatriación

12 oct 2013 . Actualizado a las 11:05 h.

Después de 47 años de trabajo como emigrantes en Holanda, donde nació su único hijo, el matrimonio compuesto por Abelardo Gómez y Josefa Domínguez intentaba ayer resolver los trámites para la repatriación desde Colombia del cadáver de José Antonio Gómez Domínguez, que murió el martes por la noche a consecuencia de tres disparos. José Antonio Gómez, de 40 años, se había trasladado al país caribeño hacía un año y se dedicaba a negocios inmobiliarios, según confirmó su padre.

El martes, a las siete de la tarde hora local, regresaba de la playa acompañado de dos mujeres, cuando unos pistoleros que llegaron en moto le descerrajaron tres tiros cuando se bajaba del coche.

El matrimonio regresó a Ourense hace apenas un par de años y se instaló en la parroquia ourensana de Cudeiro, en el lugar de O Piñeiro. «É a vida», repetía el padre del fallecido, quien todavía contesta ja, en holandés, cuando se le interpela. Según explicaron los padres, José Antonio, nacido en la ciudad de Haarlem en 1973, creció y se educó en Holanda y realizaba su vida profesional entre ambos países, hasta que decidió trasladarse a Colombia. «Levou as dúas culturas e falaba varios idiomas, estaba moi preparado», decía su madre. Josefa lamentaba que «É moi duro. O que doe é non saber o que lle pasou ao noso fillo, nun país tan lonxe». La víctima deja un hijo de 11 años, que reside en Ourense con su madre, de la que el fallecido se había divorciado.

De momento, los padres no saben más que lo que les informaron desde el consulado y lo que se publicó en los periódicos locales de Barranquilla. Según Abelardo Gómez, el cónsul les ha explicado que su hijo no estaba metido en problemas ni andaba con gente rara y que lo sabía porque le había ayudado a montar sus empresas. Sin embargo, periódicos colombianos como El Heraldo citaban fuentes del Consulado Español de Cartagena que decían que Gómez no estaba registrado y no sabían dónde vivía ni a qué se dedicaba.

Los padres esperan que en breve puedan tener el cuerpo de su hijo en Ourense para darle sepultura en Viana do Bolo, pueblo de la madre.

«O cónsul dixo que non estaba metido en problemas», dijo el padre