El ADIF retiró balizas para reducir la velocidad en zonas como Angrois porque fallaban

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Su función era rebajar la marcha de 200 a 160 por hora, pero producían interferencias y tuvieron que ser eliminadas. SIGUE AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL ACCIDENTE

31 oct 2013 . Actualizado a las 17:22 h.

Las balizas temporales de control de velocidad en zonas como Angrois, donde había reducciones de marcha muy bruscas, han dado más problemas de los previstos una vez decidida su instalación tras el accidente de Santiago. Hasta el punto de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se ha visto obligado a retirar parte de estas balizas -las denominadas L2- pues «podían llevar a confusión» a los maquinistas, reconocieron ayer fuentes oficiales del administrador.

Se trata de las balizas que estaban vinculadas al preanuncio de velocidad limitada, una señal redonda de orla verde con un 160 en su interior, que servía para escalonar la velocidad máxima (200 por hora). Al parecer, generaban problemas que algunas fuentes relacionan con «interferencias», aunque oficialmente se ha explicado la complicación con esta frase: «Inducían a error». Se mantienen las L1, las que efectivamente sirven para reducir la marcha del tren al rango más bajo. En el caso de Angrois, son las que limitan a 30 km/h por situación temporal de obras, aunque en breve se volverá a la limitación permanente de 80.

Transiciones

El ADIF decidió instalar desde el pasado 31 de agosto señalización y balizas que fuerzan el frenado en lo que denominan transiciones significativas de velocidad. Esta prescripción estaba destinada a líneas de velocidad superior a 160 km/h y tuvo su origen en una recomendación de la Comisión Independiente de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que aconsejó al administrador esta medida de carácter temporal mientras no estuvieran listas las recomendaciones que se incluirán en su informe sobre el accidente de Santiago, que algunas fuentes ven posible que esté finalizado antes de fin de año.

En un principio se vincularon con balizas tanto los preanuncios de velocidad limitada como los anuncios. Pero el experimento no salió bien. Las quejas de los maquinistas y de personal de circulación forzaron la retirada de estas balizas de las transiciones donde habían sido instaladas. En paralelo, se decidió no colocarlas en los cerca de 50 puntos similares a Angrois donde el control de la velocidad solo dependía del maquinista.

La situación actual es que la reducción de la velocidad a 160, ideada para llegar en buenas condiciones a la limitación más baja, estaría de nuevo solo en manos del maquinista, según aseguran fuentes del sector, mientras que solo se activaría el frenado de emergencia a partir del anuncio velocidad limitada, que de forma transitoria es de 30 en Angrois.

Lo que subyace a estos problemas es que el control de las transiciones bruscas de velocidad en estos entornos es algo ajeno al sistema ferroviario español y, por tanto, no existe una baliza que se adapte a esta necesidad. El ADIF ha encargado a Dimetronic 400 dispositivos que subsanarían los fallos detectados en la aplicación práctica. Pero las balizas no estarán listas hasta el año que viene.