Tardan 15 días en llevar al médico a una niña con quemaduras graves

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

GALICIA

La menor ourensana, de 11 años, puede perder varios dedos necróticos

28 nov 2013 . Actualizado a las 11:39 h.

Una niña de 11 años vecina de la localidad ourensana de Eiravedra, en el municipio de Paderne de Allariz, podría perder varias falanges de una mano debido a las graves quemaduras que sufrió hace quince días y por las que no recibió asistencia médica adecuada, debido a que su madre prefirió tratárselas ella misma.

La situación de riesgo en la que se encontraba la pequeña, que desde el pasado martes está ingresada en la unidad de quemados del hospital vigués Povisa, se descubrió gracias a la participación de un vecino de la familia. Esta persona había acudido ese mismo día al cuartel de la Guardia Civil de Maceda poniendo en conocimiento de las autoridades que sabía con certeza que la pequeña se había quemado hacía ya dos semanas mientras limpiaba una lámpara eléctrica y que había sufrido importantes quemaduras. También hizo constar sus sospechas respecto al hecho de que nadie durante todo ese tiempo la hubiese llevado al médico.

De inmediato, una patrulla se personó en la vivienda para comprobar si esos hechos eran ciertos. Allí fue la propia progenitora de la menor la que confirmó todo lo relacionado con el accidente doméstico, reconociendo también ante los agentes que ella misma, que no tiene conocimiento facultativo alguno, había decidido tratar a su hija haciendo uso de técnicas naturales.

Fuentes médicas aseguran que las quemaduras de tercer grado suelen ser, pese a su gravedad, las menos dolorosas, lo que pudo llevar a la madre de la pequeña a creer que se trataba de una lesión menos seria de lo que lo era en realidad. En todo caso, era evidente, y así lo pudieron comprobar los agentes, que aquel tratamiento no había sido efectivo para tratar las lesiones, por lo que recogieron a la pequeña y la trasladaron de urgencia a las instalaciones del complejo hospitalario de la capital ourensana.

Pronóstico complicado

Allí fue vista por los facultativos, quienes optaron por derivarla al hospital de la ciudad olívica, que cuenta con una unidad específica para atender a pacientes que han sido víctimas de quemaduras. Fue allí donde se certificó que la menor presentaba quemaduras de tercer grado con necrosis, lo que podría hacer necesaria la amputación de varias falanges.

Fuentes del caso han confirmado que tras constatarse la grave negligencia por parte de la madre, se han realizado diligencias judiciales. Esas diligencias podrían derivar en una acusación contra la progenitora, cuyas consecuencias podrían ser penalmente graves.

En todo caso, habrá que investigar cómo se ha llegado a esta situación. Fuentes del caso no se explican cómo pudieron pasar dos semanas sin que las autoridades hubiesen sabido nada respecto a la desprotección de la menor.