Dice que atendió la llamada de un hombre, pero que no le dio trabajo
29 nov 2013 . Actualizado a las 12:22 h.«¡Al alcalde de Lugo, López Orozco, hasta le imputan un delito por realizar un acto humanitario!». Así se expresó el abogado del regidor, el madrileño Gregorio Arroyo, uno de los letrados que está capitalizando la operación Pokémon en los últimos tiempos con sus recursos y acciones contra decisiones de la jueza Pilar de Lara. Su última petición a la Audiencia es que la aparten de la instrucción de esta macrocausa que puso al descubierto una presunta trama de adjudicaciones que salpicó a varios concellos gallegos como es el caso de Lugo, Ourense, Santiago y O Carballiño.
El defensor del alcalde lucense advierte que no se le pueden «colocar» a su cliente «una ristra de delitos» como los que vienen reflejados en el último auto de la magistrada (que considera que también podría llegar a ser anulado). En ese documento Orozco aparece involucrado en dos causas y, según su redacción, relacionado con siete hechos delictivos, pero no es así, según su abogado.
Uno de los delitos atribuidos al regidor lucense es el de tráfico de influencias. «Es tan grave» que es consecuencia de una llamada efectuada por una persona muy necesitada que quería saber si había posibilidad de que durante un par de meses tuviera trabajo. No ofrecía nada a cambio. Se trataba de un acto humanitario y así se le dijo a la jueza Pilar de Lara, con la sonrisa del fiscal. Se le planteó, incluso, que esa persona en cuestión fuese a declarar para explicárselo», recordó el letrado. Según el abogado de Orozco, el solicitante del trabajo tenía a su mujer gravemente enferma, una hija y no percibía ingresos por estar en el paro.
«Esa llamada -la que recibió el alcalde de alguien que pedía un trabajo- la hubiera hecho cualquiera: oiga, mire, hay una persona muriéndose; si hay alguna posibilidad de que la coloquéis un par de meses en una suplencia de verano... Pero es que esa persona no consiguió el puesto, ni tan siquiera», apuntó el letrado. La jueza, dijo, acabó imputando a Orozco porque la llamada estaba siendo grabada. Por eso entiende que hay un tráfico de influencias. No tiene ni pies ni cabeza. Es un acto de humanidad. De buena voluntad. Ese es el tráfico de influencias. ¡A cambio de nada! Insisto, es hacer un favor por cuestiones humanitarias a una persona necesitada, como lo haría cualquier ciudadano», explicó el defensor del regidor lucense.
Gregorio Arroyo recordó que la jueza, en el auto en el que desglosa la Pokémon en nueve causas, en la primera de ellas «habla de unos supuestos delitos cometidos y cita a tres personas; después, nombra una ristra de delitos, prácticamente todo el título segundo del Código Penal, y aparece, luego, una lista de personas, entre ellas el señor Orozco, que figura con el número 8». «Pero eso -añadió el abogado- no puede ser. López Orozco nunca puede ser imputado por unos delitos sobre los que no declaró. Solamente lo hizo por cohecho y tráfico de influencias y lo aclaró ante la jueza».
Al letrado madrileño le resulta llamativo que aparezcan «casi todos los delitos que están en el Código Penal» y recuerda que «parece como si el señor Orozco estuviera imputado por blanqueo de capitales. Decir que el alcalde está imputado por blanqueo de dinero...».
Gregorio Arroyo entiende que la redacción del auto provocó que le fuesen atribuidos múltiples delitos al alcalde en los medios digitales, radiofónicos y también en los periódicos, pero advirtió: «La prensa no tiene la culpa porque está utilizando una fuente fiable de información».
«Por no hacerlo bien, se causa un daño innecesario a mi cliente por lo que dije, la difusión en los medios de comunicación. Después ya se corrigió, pero al público lo que le queda es que el alcalde está metido en 16 delitos, y eso no es así», precisó el letrado del regidor lucense.
«No tiene nada de nada»
Arroyo fue claro y contundente a la hora de hablar de la conducta de su cliente. «El alcalde de Lugo no tiene nada, de nada, de nada, de nada. Pocas veces un abogado puede decir eso. Yo insisto: no hay absolutamente nada», expresó.
Ahora, Orozco y su letrado están a la espera de las decisiones de la Audiencia Provincial. «Si prospera el incidente de nulidad, que motivos hay para ello, todo sería nulo. Incluso el último auto en el que se reparten las piezas. Hay resoluciones de ese juzgado -el de Pilar de Lara- hechas con cierta prisa justo al día siguiente de que presentásemos un escrito. Eso da la idea de como que se hubiesen equivocado y tratasen de enmendar la situación», dijo Arroyo.