El caso Pokémon permanecerá bajo secreto de sumario durante un mes más
11 ene 2014 . Actualizado a las 16:24 h.La jueza lucense Pilar de Lara tiene preparada la segunda hoja de ruta de la operación Pikachu. En la misma figuran imputadas un total de siete personas, todas ellas vinculadas de alguna manera con empresas del grupo Vendex y el Ayuntamiento de A Coruña, que es donde se centran las pesquisas. Los investigadores tendrían ya ultimada una tercera fase, pero esta quedó radicalmente paralizada porque la magistrada instructora no da abasto. Ha de ocuparse en solitario de operaciones de gran calado y de la abundante tramitación ordinaria de su juzgado, debido a que la jueza de refuerzo ya no está. No le renovaron con el tiempo suficiente como para evitar el tener que irse a casa.
La Pokémon y su Pikachu se ralentizan. Sin acabar la primera hoja de ruta, de la cual quedaron pendientes de declaración cinco imputados (dos de ellos considerados clave), la jueza tenía preparada la segunda, pero al quedarse sin apoyo, no tiene tiempo para más.
En la segunda fase hay siete imputados citados para tres días de la semana que viene. Pilar de Lara únicamente mantiene la agenda correspondiente a los tres primeros citados. La intervención de los otros cuatro casi seguro que se pospondrá.
La identidad de los siete nuevos imputados no ha trascendido. Todos ellos tendrían relación directa o indirecta con empresas adjudicatarias de distintos contratos en el Ayuntamiento coruñés, en concreto con Sermasa (dedicada a diversos servicios), Doal (aparcamientos ORA) y Pau (limpiezas), todas ellas pertenecientes al grupo Vendex.
Tres de las siete personas imputadas, cuya citación se mantiene, están relacionadas, al parecer, con el servicio de limpieza en el aeropuerto de Alvedro. En su momento, Sermasa también tuvo en la terminal aeroportuaria el servicio de información a pasajeros.
Con las dos primeras tandas de imputados, son ya 19 las personas involucradas por la jueza De Lara en la presunta trama de adjudicaciones irregulares. Se avecinan más y, de hecho, los que trabajan para De Lara tendrían ya disponible material para seguir con la cadena de involucraciones, pero estas quedan frenadas por el momento. También permanecen en compás de espera otras imputaciones derivadas de las declaraciones ya efectuadas por quienes pasaron en el transcurso de los últimos días por el despacho de la jueza lucense. Todo apunta a que la operación está todavía con compases muy tempranos.
Mientras tanto, De Lara comunicó ayer a las partes que prorroga el secreto de la operación Pokémon, de la que depende la Pikachu, por un mes más. Aunque no hace referencia en el auto, las dificultades técnicas influyen de manera decisiva en el acuerdo tomado. Los problemas se derivan del cese, por parte de la empresa contratada por la Xunta, de la persona que se ocupaba de la digitalización de toda la documentación. Este trabajador contaba con la confianza del personal del juzgado. El operario que fue puesto en su lugar no recibió la autorización para manejar los tomos declarados secretos. La jueza pretende garantizar al máximo que no haya fugas de información.
Pilar de Lara dice que prorroga el secreto otro mes por «la complejidad de la instrucción, que dimana no solo del elevado número de delitos que se investigan sino fundamentalmente de sus complicados caracteres técnicos y económicos, la interrelación entre las actuaciones practicadas y los delitos que se investigan y el volumen de investigación». Recuerda además la «ingente documentación incautada en los registros practicados y la complejidad de los análisis e informes a realizar». De Lara trata de evitar, dice, «interferencias, manipulaciones y alteraciones» para garantizar «el buen éxito de la operación».