Los primeros funcionarios con jornada abierta la estrenarán el miércoles
16 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Más furor que el vestido de Emma Watson sobre la alfombra roja de los Globos de Oro. Algo así está causando entre el funcionariado gallego la flexibilidad horaria, un privilegio laboral que, en vías de implantación desde principios de este año, permitirá al personal de la Xunta distribuirse a conveniencia una cuarta parte de su jornada. No en vano, a ese nuevo derecho -una especie de caramelo en tiempos de achicoria para la función pública- ya han solicitado acogerse casi cuatro mil personas a sueldo del erario autonómico. De manera escalonada, sus beneficiarios empezarán a disfrutarlo a partir del miércoles de la semana próxima.
Aprobada este otoño, con años de demora, para su puesta en marcha durante el 2014, una orden pionera de las consellerías de Presidencia y Facenda terminó sobre el papel con el horario rígido universal en la Xunta (de 7.45 a 15.15) e instauró, para determinados casos, el flexible. La cosa funciona así: indefectiblemente, el trabajador cubre 27,5 horas semanales de 9.00 a 14.30 y completa las 10 restantes obligatorias, como él guste, entre las 7.30 y las 9.00 y desde las 14.30 hasta las 18.30 (las 15.30 en el caso de los viernes). De momento, el invento triunfa.
Según datos oficiales, solamente en los siete primeros días laborables transcurridos desde la entrada en vigor de la medida, entre el 2 y el 13 de enero, solicitaron acogerse a la misma 3.704 personas, o sea, un 22,1 % de todos los asalariados posibles (16.780). Porque las reglas de esta ventaja, por razones operativas, amparan nada más que a los profesionales de la Administración general y a los de los llamados chiringuitos: sociedades mercantiles, entes autónomos, fundaciones y similares. Dejan fuera, por tanto, a los del Sergas, a los de los centros docentes y a los del ámbito judicial, los cuales suman 70.000, redondeando.
En el día del estreno, reclamaron el privilegio 778 contratados, 501 en el segundo, 664 en el tercero, 620 en el cuarto, 506 en el quinto, 279 en el sexto y 356 en el séptimo, donde terminan, hasta la fecha, los recuentos que está centralizando la Vicepresidencia de Alfonso Rueda, que realiza una valoración «moi positiva» de las cifras. También de acuerdo con esa estadística, un 41,4 % de las demandas cursadas (1.533) proceden de los servicios periféricos de la Administración y otro 29,8 % de los centrales (1.104), mientras que los chiringuitos absorben el 28,8 % sobrante (1.067).
Dado su carácter de derecho de tramitación automática, los trabajadores que hayan solicitado la flexibilidad horaria podrán comenzar a tirar de ella, sin contar domingos ni festivos, quince días después de haberla requerido: los que la pidiesen el 2 de enero, el 22; los del 3, el 23; y, así, sucesivamente. La normativa, sin embargo, faculta a la Xunta para, dentro de esos plazos, denegar al empleado su reclamación, «por causas de necesidade do servizo debidamente xustificadas». El departamento de Rueda, con todo, avanza que recurrirá a ese mecanismo, si lo hace, «de xeito excepcional».