Multiplicó por cinco el gasto real en combustible y sobrevaloró otras partidas
11 feb 2014 . Actualizado a las 14:19 h.El Concello de Lugo adjudicó la grúa municipal a una empresa que infló el coste total anual en más del doble del precio real. Eso ocurrió en el año 2005 cuando Francisco Fernández Liñares era concejal del ramo. Según Vigilancia Aduanera, la firma Cechalva, que dio lugar a una de las causas abiertas dentro de la Pokémon, presentó una oferta de 450.172,89 euros, cuando el coste real que suponían los medios que proponían era de 219.253.
Quienes idearon el plan supuestamente jugaban con un aspecto clave. Según las bases del concurso, el Concello de Lugo paga a la empresa mensualmente las pérdidas que tenga en relación con el coste del servicio y los ingresos por el número de vehículos retirados. En caso de haber ganancias, la adjudicataria debe ingresar en las arcas municipales la diferencia. Jamás hubo ganancias. Todo lo contrario. El Ayuntamiento paga en la actualidad grandes cantidades por esa compensación. Tiene que hacerlo aún un año más porque el contrato es hasta el 2015. El gobierno no se plantea buscar una solución para evitar el sangrado de las cuentas públicas.
El Ayuntamiento lucense se comprometió a pagar un importe máximo del servicio de 500.952,39 euros al año, independientemente del número de vehículos retirados, y Cechalva se lo adjudicó por 50.000 euros menos. Pero, además, el coste del servicio fue supuestamente inflado por Cechalva, según Aduanas. A decir de varios expertos en la gestión de empresas, la grúa es un gran chollo para quienes están detrás de la empresa: dos amigos de Francisco Fernández Liñares, entre otros.
Aduanas considera que, en el concurso, Cechalva obtuvo una puntuación muy superior a las otras empresas aspirantes por ofertar una grúa adicional con conductor y un turismo, la elaboración de un callejero para localizar el depósito, así como los puestos de gerente y jefe de administración, puestos que presuntamente nunca se ocuparon.
La empresa calculó un coste 302.692 euros con 15,8 trabajadores cuando en realidad el coste sería de 217.633 porque solo había 10 operarios. Esa partida supuso un exceso de coste del servicio de 85.059 euros. En reparaciones y conservación fueron emitidas facturas falsas para inflar las cuentas. El gasto real por este concepto fue estimado en 4.000 euros, pero en la oferta lo elevaron a 10.000. Lo mismo sucedió con el consumo de gasoil. El real anual era de 5.055, pero Cechalva lo situó en 26.190,
Otras partidas sobrevaloradas fueron el programa informático, al que asignaron 6.960 euros y una carretilla elevadora, 5.228.
Una baja superior
Dicen los informes de Aduanas que la oferta mejor valorada fue la de Cechalva, pese a que la que formuló la empresa que anteriormente tuvo el contrato de la ORA en Lugo fue de 448.789 euros, lo que suponía una baja con respecto al importe de la licitación anual del 10,39 %. A esta firma le dieron 7,28 puntos, mientras que Cechalva con una oferta más cara (450.172 euros), que únicamente suponía una bajada del 3,85 %, le otorgaron 13,57 puntos.
Los investigadores estiman que quienes estuvieron detrás de toda esta operación, al menos cinco empresarios, son supuestos autores de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, falsedad documental e intervención fraudulenta en contrataciones públicas.