Sinaí Giménez: «Los jueces han aprendido de los destierros de la cultura gitana»

Fue una de las personas que ayer trasladó el ataúd de María Luisa Jiménez Jiménez en el cementerio pontevedrés de San Mauro. El portavoz de la Sociedad Gitana en Galicia se mostró apesadumbrado por lo ocurrido y dejó claro que este crimen es un hecho aislado. «El sentimiento de la sociedad gitana es de condena rotunda contra la violencia machista y remarcar que se trata de un hecho sin precedentes. No hay precedente en ningún lugar de España de gitanos puros que asesinen a sus mujeres. El asesinato de una mujer gitana choca con nuestra cultura, con nuestras costumbres, y este asesino se ha reído o burlado de ellas y de nuestras normas. De ahí el malestar que existe».

-La ley juzgará a Cortiñas. ¿Por qué se destierra a su familia?

-Es el primer caso en la historia de España en el que se reconoce cien por cien que un gitano haya matado a su mujer. En ocasiones, la culpa no es solo de la persona que mata. A veces también lo es de los que la conocen, como su primo, su hermano... y que no hacen nada para evitarlo. En este caso, las amenazas venían de atrás y no hicieron nada para evitarlo. Hay una figura que se llama cotitular o coculpable. La familia de la víctima tiene derecho a seguir viviendo donde vive tranquilamente y la que tiene que perder es la familia del asesino.

-¿Es una medida excepcional?

-Sinceramente, no entiendo tanta alarma. Los jueces han aprendido de la cultura gitana porque antiguamente no se aplicaban órdenes judiciales de alejamiento. Después de que nosotros las hayamos aplicado durante más de 250 años, los jueces han aprendido un poco de las resoluciones de los consejos de ancianos. Ahora, en casos de violencia sobre la mujer se dictan órdenes de alejamiento. Exactamente aquí estamos diciendo lo mismo, por lo que no entiendo tanto revuelo.

-Pero las resoluciones judiciales van únicamente contra el agresor, no contra su familia.

-Aquí el problema es distinto. Estamos evitando que pueda haber un segundo incidente más grave. Si se encuentra la familia del agresor con la de la víctima no se van a dar un abrazo, ni se van a saludar. Hay personas incontroladas que pueden tomarse la justicia por su mano o represaliar a la familia de los agresores. La medida busca promover la paz, evitar cualquier tipo de enfrentamiento y que esta potencial cadena o espiral de violencia se corte de raíz. Si mañana se ven agresores y víctimas posiblemente acabe en un baño de sangre. Lo que nos interesa es adelantarnos a cualquier tipo de conflicto, evitar que haya más muertes. Contamos con la colaboración de todas las Administraciones y los cuerpos y fuerzas de seguridad para evitarlo.

-¿Cómo están los ánimos de la familia de la mujer?

-No es fácil controlar en estos momentos a los familiares directos de la víctima. Imagínese qué puede pasar si uno de ellos se cruza con algún familiar del asesino. Puede no pasar nada o puede pasar mucho. Y si pasa algo no va a ser un palo o un tortazo, posiblemente haya más y acabe en desgracia

-¿Qué va a pasar ahora con los seis hijos de la víctima?

-Todos apoyaremos a estos niños, a su abuela. Toda la sociedad gitana nos vamos a volcar con esa familia. Las Administraciones nos han trasladado su apoyo a la familia, que va a tener todos los medios necesarios para que estos niños salgan adelante y pasen este mal trago de la mejor forma posible.

-¿A cuántas personas afecta el destierro?

-A unas cincuenta o sesenta, pero no se puede olvidar que hay otras tantas que son víctimas. Los familiares de la asesinada. Y hay seis niños que se han quedado sin madre.

-¿Cuanto tiempo durará?

-Sine die.

-¿Olvidará el pueblo gitano lo ocurrido?

-No.

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