La policía pide el tráfico de datos de una viguesa de 14 años que denunció «sexting»

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

Los agentes comprobarán la versión de la menor, que acusa a su novio, de 15, de reenviar sus fotos íntimas por WhatsApp

21 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Policía Nacional de Vigo ha pedido con orden judicial a una operadora de telefonía móvil que le entregue el tráfico de datos del aparato que usa la viguesa de 14 años que denunció hace tres días a su novio, un año mayor, por sexting. Los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) quieren comprobar si la historia de la adolescente es verídica. Esta llegó el lunes con sus padres a comisaría y acusó a su novio de haber reenviado por WhatsApp unas fotos íntimas que ella le había mandado como prueba de amor y porque, entonces, estaba muy enamorada. Sin embargo, para su desengaño, las fotos empezaron a circular por su entorno.

La policía decidirá previsiblemente hoy si está ante un nuevo caso de sexting o si es una denuncia falsa. Bastará con un examen al tráfico de datos del teléfono de la menor, gracias al cual podrán comprobar a qué números de teléfono envió ella los archivos con sus imágenes comprometidas.

Los investigadores actúan con cautela porque no descartan que la adolescente nunca haya enviado dichas imágenes y se hubiese inventado la historia por venganza y despecho. Si el relato es cierto, cabe la posibilidad de que no haya contado toda la verdad. Por ejemplo, podría haber remitido sus fotos íntimas a su novio y también a tres o cuatro amigos, que automáticamente se convertirían en sospechosos. Todos estos detalles complicarían la resolución del caso e incluso podrían excluir al novio de responsabilidad.

En caso de ser cierta la historia, los agentes actuarán conforme al protocolo para el sexting, pues el episodio probablemente le haya causado un trauma a la menor. Hay que tener en cuenta que, para dar el paso de denunciar, tuvo que contar primero a sus padres la existencia de esas fotos comprometidas y el hecho de que circulen sin control en los móviles de otras personas.

Una vez que la policía tenga todos los números de teléfono a donde llegaron las polémicas imágenes, podrán averiguar qué usuarios las reenviaron. Cada foto están marcada con un código numérico que la identifica como única en el mundo, de modo que los sospechosos no podrán poner como excusa que son imágenes parecidas. Una vez detectado el origen de los reenvíos, los implicados serán citados para declarar en comisaría y asistidos por un abogado. Si procede, quedarán imputados por delitos de revelación de secretos y contra la intimidad y el honor y el informe pasará a la Fiscalía de Menores de Pontevedra.

En principio, este caso guarda paralelismos con el destapado hace diez días en un instituto de O Calvario de Vigo, en el que ya hay cinco estudiantes imputados en la ciudad por difundir el autorretrato de una niña de 13 años ante el espejo. Ella se lo mandó a su exnovio y unas amigas, que a su vez las reenviaron en cadena a compañeros del centro escolar.

En el último caso investigado, los agentes esperan que el tráfico de datos acote la dimensión del reenvío. Todo apunta a que se reduce al entorno de la pandilla de la menor pero el examen de los listados telefónicos podría involucrar a chicos de su centro escolar. La policía de Vigo confía en cerrar este último caso en el espacio de una semana.

Hace seis meses, 49 alumnos de un instituto de Vigo desfilaron por la comisaría y fueron imputados por sexting. Se llevaron una buena reprimenda en la Fiscalía de Reforma.