Un conductor recibe una multa por girar el cuello «más de 45 grados»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

Muestra su impotencia porque no lo pararon ni hay pruebas fotográficas

22 may 2014 . Actualizado a las 14:56 h.

Un vecino de Vilagarcía ha querido denunciar no solo su estupor sino también su impotencia por una multa que recibió esta semana procedente de la Policía Local de Poio. La sanción, por un importe de 100 euros, se justifica en el hecho de que el conductor había girado el cuello «más de 45 grados» al volante, por lo que a entender del agente que se la puso, no prestaba la debida atención a la conducción y perdía la visión de la vía.

Al margen de que a Javier Raposo Mejuto le sorprendiese el motivo de la multa, ya que «nunca vi nada así», el hecho de que no haya prueba alguna de la infracción, porque nadie le paró el coche para multarlo ni hay prueba fotográfica alguna, le hace pensar que se debe a un afán recaudatorio de la Policía Local de Poio contra el que él no tiene forma de defenderse.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 18 de abril, en Viernes Santo, sobre las ocho y media de la tarde. Javier Raposo volvía de pasar un día libre en compañía de su mujer y de sus hijos, una jornada festiva que habían decidido dedicar a visitar el casco histórico de Combarro. Fue cuando volvían a su domicilio en Sobradelo (Vilagarcía) cuando supuestamente cometió la infracción, «porque yo no tengo constancia de lo ocurrido». Según figura en la denuncia de la Policía Local de Tráfico, tuvo lugar en el kilómetro 1,5 de la PO-308, en la avenida de Encoirados, cerca del límite entre el Concello de Sanxenxo y el de Pontevedra.

Le llegó esta semana

Tuvo que pasar más de un mes para que se enterase de lo ocurrido, ya que la multa le llegó a casa esta semana. Javier Raposo no se lo podía creer. «¿Cómo voy a saber yo si giré el cuello más de 45 grados?». Y aunque no prestar atención a la conducción sí es motivo de sanción, no cree que en este caso esté justificado, «porque lo consulté con algún experto y me dicen que girar el cuello 45 grados puede ser necesario incluso para mirar el espejo retrovisor o ver si viene un coche».

El conductor, todavía estupefacto, decidió ir al Concello de Poio para que le diesen explicaciones, «pero solo conseguí que una persona del Concello me reconociese que había algún caso más. Llamó al jefe de la Policía Local y este solo le dijo que podía poner un recurso».

No lo hizo. Pagó la multa religiosamente porque supone un descuento del 50 % y porque si recurre, «entre abogado, procurador y todo eso son al final 150 euros, y yo de lo que me quejo no es del importe de la multa, que total es una sanción leve y no implica pérdida de puntos, si quiero hacerlo público es porque estoy convencido de que me la pusieron por afán recaudatorio, y porque no tengo manera de defenderme, no me pararon ni hay prueba de nada pero tengo que aceptar lo que dice el agente. A mí que me lo demuestren...».

Casos similares

El conductor sancionado asegura tener constancia de que no fue el único caso similar con las multas interpuestas por la Policía Local de Poio. Lo cierto es que esas sanciones forman parte también del debate político en el municipio, ya que el PP lleva meses denunciando el excesivo celo en la emisión de multas del Concello que gobierna el nacionalista Luciano Sobral.