Rueda, sobre la pérdida de fieles en el PP: «Esto no puede volver a pasar»
16 jun 2014 . Actualizado a las 13:54 h.El estudio poselectoral de Sondaxe publicado por La Voz ha servido a los partidos tradicionales para corroborar algo que ya se olían: el 25-M los suyos les fallaron. De hecho, constatada la fuga o desmovilización de votantes propios en las europeas, PPdeG, PSdeG y BNG se afanarán durante los próximos meses en cambiar el chip para recuperar la confianza perdida. También erosionada, AGE, en cambio, aprecia en el citado informe más motivo para la esperanza que para el desasosiego. Y el gran triunfador de aquellos comicios, Podemos, elude tirar cohetes, pero se reivindica como movimiento transversal e incluso quiere ir a más.
En el PPdeG, una formación que fundamentalmente basa sus éxitos en la fidelidad del electorado, preocupa no tanto el «razonable» trasvase de sufragios sufrido hacia los de Pablo Iglesias (14.000 papeletas) como el ingente volumen de personas que en las autonómicas había confiado en los de la gaviota y esta vez ni acudieron a las urnas (46,6 %). «Es nuestra inquietud fundamental. Porque esto no nos puede volver a pasar. Es a ellos a quien nos tenemos que dirigir, a los que nos acaban de dar un toque de atención clarísimo. Hemos de mejorar nuestra comunicación con esta gente», asume el secretario xeral de los conservadores. No obstante, con la vista en el horizonte, Alfonso Rueda se confiesa optimista. De hecho, proclama: «Son votantes recuperables para unos comicios municipales y, sobre todo, gallegos». Además, el segundo de Feijoo esgrime la alta valoración ciudadana de su jefe, el mejor considerado por los entrevistados, y lanza un recado a la oposición. «Al menos nosotros -sentencia- no hemos saltado en mil pedazos como ellos».
Igualmente autocrítica se muestra la responsable de Organización del PSdeG. «Os nosos votantes amosaron unha apatía maioritaria nas eleccións. [...] Debemos dar pasos inmediatamente para volver conectar con eles», admite Pilar Cancela. Analizada la encuesta, a su juicio, los socialistas precisan «resolver de unha vez por todas a crise de liderado que temos a nivel estatal, que é tremendamente importante», así como «volver a ese discurso de esquerdas que sempre tivemos», de modo que puedan presentarse ante la ciudadanía «cun proxecto renovado, con moitas gañas e con moita forza». «Porque xa está ben de autoflaxelarnos, ese tempo xa rematou», apostilla. La mano derecha de Bestei
ro, sin embargo, halla consuelo en un par de hechos: «Seguimos sendo a segunda forza do país» y «a enquisa reflicte que hai un despertar de unha maioría social de esquerdas que reacciona».
El Bloque también reconoce cierta desconexión con su base. No obstante, en palabras de su portavoz nacional, la atribuye a un «certo desconcerto» entre los habitantes de la comunidad. «Sacamos a lección de que fai falla abrir un diálogo moi franco e moi fondo con segmentos da sociedade porque, polo que se ve, a xente está contra as políticas actuais, pero non acaba de ver claro cales son as forzas que poden representar realmente unha alternativa en positivo e de país», valora Xavier Vence. «Temos que ser quen -abunda- de transformar o cabreo en proxecto». Porque Podemos, a su entender, carece de esa componente.