La Xunta exige a Fomento medidas para evitar atascos y rebajar peajes en la AP-9

Los atascos ante las cabinas de la AP-9 se han convertido en un quebradero de cabeza habitual del paisaje veraniego gallego. Las aglomeraciones ante las cajas de pago atrapan cada fin de semana a cientos de automovilistas en el retorno de las playas del sur, sin que las quejas reiteradas de la Xunta y los partidos políticos surtan efecto. La secuencia volvió a reproducirse ayer, después de las colas de hasta 4 kilómetros que se registraron el domingo en el área de peaje de Teo, en el acceso a Santiago. El Gobierno gallego vuelve a pedir a Fomento que adopte «medidas excepcionais» para evitar «episodios que son previsibles». Los partidos de la oposición, más contundentes, exigen sanciones para la gestora de la vía, Audasa, y piden el rescate de la concesión.

El ministerio que dirige Ana Pastor replicó que vela por que la autopista tenga un tráfico fluido, y que estudiará las «medidas necesarias» para que los usuarios tengan el mejor servicio. Recordó, además, el convenio en marcha para ampliar su trazado.

No es la primera vez que la Xunta denuncia este problema, aunque a la vista está que sus quejas no conllevan su solución. Hace dos años, ya formuló una reclamación institucional ante Fomento, en la que lamentó la «poca o nula sensibilidad que la concesionaria [Audasa] viene demostrando sobre este tema». Entre otros argumentos, el entonces conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, esgrimió que hay contratos concesionales que obligan a las empresas a levantar las barreras en momentos de retención. Y demandó que en la autopista gallega se hiciera lo mismo, con la inclusión en su contrato de explotación de una cláusula específica. La protesta llevó a Fomento a pedir un plan concreto para evitar los atascos.

Que Galicia deje de pagar más

Pero el viacrucis de los usuarios continúa. Y el Gobierno gallego desempolva su argumentario. «Desde a Xunta considérase que estes episodios son previsibles, polo que se deben tomar medidas de xeito previo para reducir e minimizar molestias aos usuarios desta infraestrutura».

La nueva conselleira, Ethel Vázquez, reveló ayer, durante su primera comparecencia ante el pleno del Parlamento, que el Ejecutivo defiende una política homogénea de peajes en todo el Estado. Se trata de evitar que unos ciudadanos paguen más por el mismo servicio en función del lugar en que vivan, «causando agravios comparativos entre uns territorios e outros». Vázquez detalló que la Xunta ya presentó alegaciones al documento inicial del Plan de Infraestructuras de Transporte y Vivienda (Pitvi) 2012-2024, que elabora Fomento. Y solicitó un programa de «homoxeneización e optimización de peaxes» en todo el Estado.

El Gobierno gallego sostiene que el modelo de pago en cabina es el «sistema máis xusto», porque «paga as autoestradas quen as utiliza». «O que non é xusto é que en Galicia se pague máis polo uso da AP-9 que noutros lugares de España por infraestruturas que cumpren una función vertebradora similar», reprocha.

Vázquez hizo el anuncio ante las denuncias de la oposición. El BNG demandó que la empresa sea sancionada por el perjuicio que ocasiona a los ciudadanos con los atascos. La diputada Ana Pontón acusó a Audasa de incumplir la concesión, «que establece a obrigatoriedade de abrir as barreiras cando as retencións superen os dous quilómetros». Advirtió que «non é a primeira vez que a empresa incumpre esta obriga por razóns de puro lucro», y urgió medidas a Xunta y Gobierno. El parlamentario Antón Sánchez (AGE) recriminó que la privatización de la AP-9 se realizó «cun contrato vantaxoso e a prezo de amigo». Defendió que la empresa «ten que facer o posible para evitar os atascos e levantar as barreiras».

Los cinco senadores gallegos del PSOE trabajan en una iniciativa para urgir el rescate de la autopista y su uso libre. Sobre las colas ante las cabinas, Javier Losada opina que la Xunta «debería abrir expediente, porque ocurre todos los veranos, y tiene que ver con los recortes de personal».

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