No cotiza desde el 2012 por la política del partido con Cataluña, aunque se considera un simpatizante y regresará cuando se modifique esa estrategia
16 jul 2014 . Actualizado a las 09:52 h.¿Participó Francisco Vázquez en el proceso de primarias del PSOE? «No. Yo no puedo votar porque no soy cotizante. Soy simpatizante. Igual que soy deportivista, pero no soy socio del Deportivo». Así respondió anoche Francisco Vázquez a la pregunta de Fernanda Tabarés en el programa Vía V, de V Televisión, y así reveló su situación en el partido del que fue un peso pesado como alcalde de A Coruña, diputado, senador, presidente de los alcaldes españoles y como embajador cerca de la Santa Sede.
Al término del programa, Vázquez confirmó que no pagaba las cuotas desde diciembre del 2012 por la política sobre Cataluña, con la que el exalcalde coruñés es muy crítico. Aclaró que cuando haya un cambio en esa estrategia volverá a cotizar.
Al no estar al día en las cuotas, no pudo votar en las primarias del pasado domingo, aunque Vázquez aclaró que, de todas formas, no hubiese votado «porque ningún candidato reunía las condiciones que yo considero que debe tener el secretario general del PSOE».
¿Conoce a Pedro Sánchez?, preguntó Fernanda Tabarés. Y Vázquez respondió: «No. No lo conozco, y por lo que me han comentado algunos compañeros, era una persona de aparato que pertenecía a la fontanería de Pepe Blanco cuando era secretario de Organización». Tampoco le convencía Madina, del que dijo que arrastraba un problema: «Fue diputado durante ocho años y nadie conocía una intervención o una propuesta suya en el Parlamento que hubiera anunciado la existencia de un líder».
Vázquez fue crítico con el sistema de primarias utilizado por el PSOE: «Hagámoslas con todas las consecuencias. Hagamos unas primarias con un sistema de listas abiertas. Si queremos democratizar y abrir el partido, hagamos listas abiertas». Dijo Vázquez que el proceso que concluyó el domingo fue «precipitado» y que el PSOE «comete un error al intentar competir con lo que está a su izquierda y eso lo lleva a ciertos excesos, al caudillismo».