La constructora calificó como «muy adversas» las condiciones en la A-8

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El tramo entre Mondoñedo y Abadín será incluido en los mapas de riesgo por niebla de la DGT, en los que solo se incorporaban la A-52 y la OU-540

13 ago 2014 . Actualizado a las 11:33 h.

Las condiciones meteorológicas del tramo de montaña de la A-8 entre Mondoñedo y Abadín, donde el pasado 26 de julio se produjo un grave accidente en cadena con un muerto y 49 heridos, eran ya conocidas cuando en mayo del 2005 se remitió al Ministerio de Medio Ambiente el estudio de alternativas que modificaba el trazado en esa zona al encontrar terrenos con riesgo de deslizamientos en el itinerario inicialmente elegido. Estos problemas, no obstante, también se detectaron en zonas del nuevo recorrido y retrasaron sensiblemente las obras, sobre todo a la hora de estabilizar los abundantes terrenos pizarrosos en trincheras y laderas.

El problema geotécnico, una vez terminados los trabajos más gruesos, quedó en un segundo plano, y la constructora encargada del tramo Lindín-Careira, OHL, insistía en las inclemencias del tiempo en un informe final sobre las obras que publicó en su revista corporativa. Estas condiciones se vieron agravadas al optar por abrir el surco de la autovía en altura, en una zona en la que se asciende desde los 176 metros hasta los 698 del alto de O Fiouco, la cota máxima de toda la autovía del Cantábrico. El tramo, describían los técnicos de OHL, «está situado en una zona con condiciones meteorológicas muy adversas, con presencia de bancos de niebla muy densos y viento constante», por lo que se consideró necesario utilizar instalaciones y elementos de señalización excepcionales.

Se referían a los dispositivos dispuestos en los dos tramos cuando fueron inaugurados por la ministra Ana Pastor el pasado 3 de febrero, y que finalmente resultaron insuficientes para evitar el primer choque en cadena, ocurrido apenas seis meses después de que se abrieran las nuevas calzadas al tráfico.

Mapas de niebla

Hasta ahora, por tanto, este trazado de 16 kilómetros no estaba incluido en los tramos de riesgo por niebla que la Dirección General de Tráfico (DGT) hace públicos periódicamente, pero sin duda lo estarán a partir de ahora. Ya en la última campaña invernal se incluyó todo el recorrido desde Mondoñedo a Vilalba y parte de la A-6 entre Baamonde y Guitiriz. Pero en los mapas que incorporan viales con siete días de niebla o más al año tan solo se señalaba la autovía de acceso a la Meseta por el sur -la A-52-, tanto en su vertiente gallega como castellanoleonesa. Y la OU-540, la antigua carretera nacional que se había proyectado para unir Ourense con la frontera portuguesa. Curiosamente, Galicia no es uno de los sitios más problemáticos de la geografía española en lo que a niebla se refiere. Las dificultades más persistentes suelen producirse en la Meseta o en el recorrido de la autovía de la Plata por Extremadura.

Sin protocolo

Fuentes de la DGT explicaron ayer que no existe un protocolo concreto de actuación en caso de niebla. Pero admitieron que es difícil encontrar precedentes de autovías que se cierren de forma intermitente a causa de este fenómeno meteorológico. Otras fuentes no accedieron a explicar los criterios que se siguen para decretar los cierres de la autovía y apelaron al «sentido común» para tomar estas decisiones, destinadas a garantizar la seguridad vial mientras no se culmina el plan de Fomento para mejorar la protección de los automovilistas en esta zona.