Una viguesa, acusada de matar a su novio y convivir 22 días con el cuerpo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

La Fiscalía ve probado que le clavó un cuchillo mientras él dormía en el chalé que ambos compartían en Arinaga, en Las Palmas de Gran Canaria

04 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La viguesa Arantxa A.M., de 24 años, será acusada de asesinar a su novio en Canarias a finales de junio del 2013. La Fiscalía ve probado que ella asestó una cuchillada al barcelonés Jorge B., de 43 años, mientras dormía y estaba indefenso en el chalé que la pareja compartía en la playa de Arinaga, en Las Palmas de Gran Canaria. Así lo cuenta el periodista gallego Antonio F. de la Gándara, en un amplio reportaje en Canarias 7. La acusación pública prevé presentar su informe definitivo en los próximos días. Pedirá una pena que podría oscilar entre los 15 y los 20 años por asesinato con la agravante de alevosía porque la víctima no tuvo oportunidad de defenderse. La Fiscalía está segura de que la viguesa atacó de modo sorpresivo a su novio porque este solo tenía una herida en el corazón. La autopsia no vio señales de lucha.

En el sumario se cuenta que la viguesa guardó 22 días el cadáver en casa, primero en el dormitorio y luego en el garaje, según determinó la autopsia. Al parecer, una amiga íntima de Arantxa, que figura como encubridora, Tania D., la habría ayudado a bajar el cuerpo del dormitorio al sótano. Tres semanas después, ella confesó ante la Guardia Civil.

La pareja se conoció en el 2012 a través de la red social de contactos Badoo. Ella se fue a vivir a Barcelona pero allí habrían tenido roces por sus preferencias sexuales, ya que, según Canarias 7, ella era bisexual y a él le gustaba someterla a actos «dolorosos». La mujer se volvió a Vigo y, al final, la pareja recaló en una urbanización de Arinaga. El móvil podría ser económico porque, al parecer, el hombre tramitaba una idea de negocio para ahorrar gasolina, pero la patente estaba en litigio.

Los abogados de Arantxa A. alegan que ella actuó en legítima defensa cuando el hombre se le abalanzó ebrio para forzarla. Según su versión, ambos forcejearon con un cuchillo de cocina y ella se hizo con el arma y se la clavó. Solo apareció una mancha al pie del colchón, aunque se le pudo haber dado la vuelta. Según las últimas informaciones, un día antes de entregarse ella insistió en un mensaje a su hermana por WhatsApp en que solo se había defendido. La defensa también alegará anomalía psíquica porque pasó un año a tratamiento.

La defensa de la viguesa -en prisión desde el 13 de julio del 2013- dice que la víctima la sometía a sesiones de masoquismo, la grababa en vídeo con otras parejas, que él se disfrazaba de guardia civil, que supuestamente había timado a una amante rusa, que tenía trastornos paranoides y que puso un explosivo a una amiga.