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Los testigos aseguran que la niña de 15 años explotada en Padrón no aparentaba ser mayor

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los acusados de prostituir a la pequeña rumana alegan que ella les ocultó su edad y que trabajaba voluntariamente

03 dic 2014 . Actualizado a las 08:56 h.

El drama de la menor rumana que se prostituía en el club La Perla de A Escravitude (Padrón) no terminó el 24 de septiembre del 2013, cuando la Policía Nacional la halló deambulando por el Periférico de Santiago y la liberó de los que ayer se sentaron en el banquillo acusados de explotarla sexualmente. La chica, que hoy tiene 16 años, no se presentó al juicio en el que debía declarar porque volvió a desaparecer el 22 de febrero de la casa de su madre en Rumanía, con la que había vuelto a convivir tras su infierno en España. Su foto está ahora en la web de la policía rumana, que cree que está en Italia.

Pese a la ausencia física de la chica, su declaración sí se oyó en la sala, ya que se visionó la que hizo ante el juez durante la instrucción, en la que relató cómo llegó a Galicia engañada creyendo que iba a trabajar cuidando a un niño y como uno de los acusados, el rumano Danut Stoica, alias Gorila, la puso a trabajar en el club del otro acusado, el gallego Manuel Montoto Quinteiro, situado en A Escravitude. Todo el dinero que ganaba, según la fiscal, se lo quedaban ellos.

Ambos negaron que supieran que la chica era menor de edad, pese a que todos los testigos ayer coincidieron en que era evidente a simple vista que se trataba de una «niña». Stoica, para el que se piden 12 años de cárcel, afirmó que era la menor la quería prostituirse y negó que él la obligase a hacerlo y que la tuviese atemorizada. Montoto, por su parte, que se enfrenta a ocho años de prisión, dijo que él tan solo se limitó a permitirle trabajar en su local y que no cobra a las chicas más que 13 euros por media hora de alquiler de habitación y las sábanas. Después se contradijo, ya que admitió ante el tribunal que sí cobraba un canon de 80 euros a los clientes que querían sacar a alguna de las chicas del local para servicios externos.