Constantino Chao devolvió el bolso que había extraviado Antonio Míguez con dinero y un móvil en su interior. Anoche lo celebraron juntos en A Coruña
05 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Antonio Míguez (A Coruña, 70 años) olvidó el bolso de su mujer en el carrito del hipermercado. Dentro había más de doscientos euros, un teléfono móvil, las tarjetas y abundante documentación. Lo encontró Constantino Chao (Betanzos, 60), que, sin abrirlo, lo entregó en Atención al Cliente, donde a su vez se lo hicieron llegar a sus dueños. Antonio escribió entonces una carta al director de La Voz de Galicia, titulada Una persona con mayúsculas. Constantino la leyó y quiso localizar a Antonio. Ayer quedaron para darse un abrazo y brindar por las personas honradas.
Pregunta ¿Por qué se devuelve un bolso sin mirar siquiera lo que hay en su interior?
Constantino Chao. Porque es lo normal, lo lógico. Es algo que no es mío. Supongo que se trata de valores que transmite la familia, y que el que sabe lo que cuesta ganar dinero aprecia esta actitud. El producto de lo hurtado siempre tiende a su dueño.
Antonio Míguez. Bueno, será lo normal, sin duda, pero no es lo habitual. Esto se hace por honradez. El que devuelve un bolso lo lleva en los genes, aunque también está la educación, lo que aprendemos en casa. Bueno, y este señor es de Betanzos dos Cabaleiros, a sí que por algo será.
P. ¿Cómo se sentiría si no lo hubiese devuelto?
C. CH. Tendría unos remordimientos enormes. De hecho, lo pasé mal al pensar cómo estaría sufriendo quien lo había perdido.
A. M. Un guarda jurado llamó a mi hijo usando el móvil de mi mujer, y este nos telefoneó a nosotros, que estábamos aún en Carrefour. Me llevé las manos a la cabeza cuando me percaté.
P. ¿Les había sucedido antes algo parecido?
A. M. Sí, yo también he devuelto dinero alguna vez. A finales de los noventa, 90.000 euros que alguien olvidó en el banco, en un sobre. También le llevé la cartera a Domingos Merino, el primer alcalde de la Democracia en A Coruña. Se le había caído junto al coche. Había 16.000 pesetas dentro, y lo curioso es que sucedió algo parecido a lo nuestro. Él se lo contó a La Voz de Galicia, que publicó una nota, pero yo ya le había dejado la cartera en su casa. Unos días más tarde nos saludamos en la calle.
P. ¿Y cómo se ve desde la honradez la corrupción política?
C. CH. Siempre la ha habido. Cuando yo era concejal en Cariño, hace bastantes años, me ofrecieron dinero por mi voto para un puesto de libre designación. Ahí me quedó muy claro por quién no votaría.
A. M. También le ocurrió algo parecido a mi padre, que fue concejal en A Coruña.
P. ¿Y esos grandes banqueros que están ahora imputados son de los que devuelven bolsos?
C. CH. No lo creo. Y el banco, como entidad, seguro que no.
A. M. Lo bueno es que les han ido destapando todo.