
El dispositivo controla la velocidad media en un trayecto de 9 kilómetros
23 dic 2014 . Actualizado a las 13:42 h.El segundo radar de tramo de Galicia ya está operativo y ya denuncia los excesos de velocidad. Se encuentra en la autovía A-8, en O Fiouco, a la altura de Mondoñedo, en el punto de mayor riesgo del tramo gallego de la vía de altas prestaciones que enlaza Galicia con Asturias. Con 9,3 kilómetros bajo vigilancia, este es el radar de tramo más largo de los tres que están previstos y que, según las previsiones, entrarán en servicio antes de que acabe el año. También supera en distancia al primero que hubo en Galicia, el del túnel de O Sartego, en la autopista AP-9, cerca de Ferrol, que controla 1,2 kilómetros.
El nuevo radar de la autovía A-8 controla el paso de los vehículos que circulan en sentido Ribadeo, en una zona que tiene la velocidad limitada a 100 kilómetros por hora. Está señalizado con avisos en el margen derecho de la calzada que advierten de la aproximación a una zona vigilada, y con letreros luminosos en pórticos que indican la existencia de controles de velocidad por radar.
Este tipo de radares graban la entrada de todos los vehículos en el área vigilada, fotografían sus matrículas y fijan la hora de acceso. Esa misma operación se repite a la salida del tramo, y un sistema informático calcula la velocidad media en función del tiempo invertido en realizar el trayecto entre los dos puntos. Si el coche controlado supera la velocidad media será denunciado y la foto será tramitada como las demás infracciones de radar, a través del centro de denuncias de la DGT en León.
Los responsables de Tráfico consideran mas justos este tipo de radares porque evitan que los conductores que respetan la velocidad se vean sancionados por un despiste. También contribuyen a reducir la velocidad por esa zona lo que limita los riesgos.
Los otros dos radares de tramo previstos para este año están situados en la autopista AG-55 (A Coruña-Carballo) y en la autovía AG-64 (Ferrol-Vilalba). El de la AG-55 controlará unos tres kilómetros en sentido A Coruña en el entorno del viaducto de Loureda, una zona limitada a 100 km/h en la que la DGT ha observado velocidades de riesgo.
El radar de la autovía AG-64 verifica la velocidad en una zona en descenso limitada a 120 en sentido Ferrol. Empieza el control a la altura de San Sadurniño.
Estos dos radares ya han pasado las pruebas necesarias y solo están pendientes de trámites administrativos para su entrada en servicio. Cuando estén operativos la DGT lo advertirá mediante señales de advertencia.