El gobierno municipal vigués emitió ayer un comunicado en el que explica que muchos de los vecinos concentrados en la rotonda de Coia son los mismos que reventaron el pleno de la corporación el día anterior. Concreta que forman parte de la CIG, BNG, Esquerda Unida y que hay sospechas de que una parte pueden ser radicales celtarras.
En el mismo escrito, advierte de los prejuicios que puede causar la situación actual, tanto para el tráfico de peatones como de vehículos.
La rotonda en cuestión está situada en un lugar estratégico para la circulación, de ahí que extrañase que el Concello intentara retomar las obras cuando ya había publicado un bando que las prohibía desde el pasado día 13 hasta el 7 de enero, salvo excepciones que se suponían muy justificadas.
La otra cara
Nada que ver la versión de los vecinos con la del Concello, quienes responden que las protestas no están politizadas, sino que están protagonizadas por vecinos de Coia y por todos aquellos que quieren sumarse en demanda de dignidad para todos los ciudadanos. «La lucha nuestra no es solo para Coia, es para todo Vigo», explicaba ayer Emilio, un religioso del barrio que se ha caracterizado siempre por su lucha por los derechos sociales y apoyo a los desfavorecidos.
Aclaran que no se oponen a la recuperación del barco y proponen que en lugar de colocarlo en la rotonda, un lugar que no consideran idóneo, se sitúe en el Museo del Mar, bien sobre una peana o dragado.