Vendex consiguió la adjudicación de la ORA de Lugo ofreciendo vallas de segunda mano y vigilar las entradas de los colegios, cuando no disponía de operarios para ello
06 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«¡Mira qué pillos fuimos!». Esa es una de las frases que le dice el delegado de Vendex en Galicia, José María Tutor, a su representante en Lugo, Javier Reguera. La conversación, desvelada en uno de los informes del Servicio de Vigilancia Aduanera, es aportada porque los investigadores creen que el grupo empresarial, centro de seguimiento en la operación Pokémon, se valió (supuestamente, y entre otras cuestiones) de pillerías para imponerse en el concurso de adjudicación de la ORA de Lugo.
Una de las mejoras ofertadas por el grupo de Tutor fue el compromiso de que empleados de la ORA vigilarían las entradas y las salidas de clase de los escolares de varios centros educativos de forma excepcional durante las fiestas de San Froilán. «Hay una cosa a la que le andan dando vueltas. Dicen cómo se pudo poner esto de mejora cuando no hay salida y entrada de colegios en el horario de la ORA», le dice en una llamada el responsable de este servicio en Lugo a su jefe. Este responde: «Mira qué pillos fuimos». «No podemos poner a nadie y eso les revienta», dice Reguera en la conversación.
Pero, además de la vigilancia, Vendex ofreció al Ayuntamiento de Lugo la posibilidad de cederle vallas para la celebración de diversos acontecimientos ciudadanos, como, por ejemplo, la cabalgata de Reyes. Esta mejora la resolvían de la siguiente manera, según dice el encargado de Lugo a su jefe: hablando con el dueño de una empresa de alquiler de maquinaria y encargándole unas treinta de segunda mano que les salían a un precio de entre tres y cuatro euros.
El siguiente paso era «maquillar» las vallas. Tutor da instrucciones de que las lleven a uno de los bajos de la empresa y les pongan pegatinas de Vendex. Además advierte a su empleado para que tenga algunas cargadas en una furgoneta para cuando el Concello de Lugo las reclame.
La empresa también ofreció pintar las plazas de aparcamiento en las calles. En este apartado los investigadores consideran que el que era jefe de la sección de tráfico de la Policía Local pudo haber tenido una actuación decisiva colaborando con la empresa a cambio de presuntas mordidas que él negó categóricamente en la declaración efectuada ante la jueza De Lara. Todas esas mejores fueron valoradas por un técnico municipal en 832.021 euros.
Uno de los últimos informes de Aduanas sobre la ORA de Lugo reseña que fue en la primavera del 2008 cuando la junta de gobierno local aprobó la adjudicación del servicio por ocho años, con la posibilidad de dos prórrogas de una duración máxima de dos años. La adjudicación definitiva a Doal (de Vendex) fue en julio del 2009. La empresa entregaba a las arcas municipales un 20 % de la recaudación obtenida.
Explica Aduanas en un informe que las intervenciones telefónicas a Tutor y Reguera coinciden en el tiempo con el inicio de la concesión. Ambos mantenían frecuente contacto telefónico, casi a diario. Los informes destacan que en numerosas ocasiones hablan sobre los presuntos envíos de dinero a Lugo para el pago de comisiones por la adjudicación.
Concluyen también los investigadores que Tutor «mantendría, además de contacto indirecto a través de Javier Reguera, trato directo con el Nombre del Pueblo (el exconcejal José Rábade), el Tiralíneas (Manuel García Ferreiro, policía local) y el Cura (José Clemente López Orozco, alcalde de Lugo), tanto en relación con la gestión del servicio de la ORA como en el despido de un trabajador».
Añaden en su conclusión que Javier Reguera «tendría trato frecuente con Tachenko (el exconcejal socialista Francisco Fernández Liñares), el Nombre del Pueblo, el Tiralíneas y el Cura».