Feijoo formaliza el envite a la oposición para restablecer el consenso del gallego
GALICIA
Anuncia un plan para impulsar el uso de la lengua propia en las relaciones sociales y en el ámbito económico. El BNG acusa al presidente de ser «servidor do imperio»
12 feb 2015 . Actualizado a las 13:17 h.Feijoo hizo el lunes el primer gesto dirigido a recomponer el consenso político en torno a la lengua gallega al elegir a Román Rodríguez como conselleiro de Cultura y pedirle que trabaje en esa dirección. Y el segundo guiño lo lanzó el presidente de la Xunta ayer en el Parlamento, donde invitó a los grupos de la oposición, muy críticos con la política lingüística aplicada por el Gobierno del PP, a participar en un proyecto dirigido a «dinamizar» el uso del gallego a nivel social y económico con el fin de darle la vuelta a los datos negativos que refleja el informe del Instituto Galego de Estatística (IGE), según el cual el gallego dejó de ser la lengua habitual de la mayoría de la población.
Dentro de unos meses se cumplirán ocho años del día en que el PP gallego, entonces en la oposición, decidió romper el consenso político sobre el gallego que había imperado en buena parte del período autonómico y que permitió aprobar con un amplio respaldo la ley de normalización de 1983 o el plan xeral del 2004. Y el jefe del Ejecutivo mostró ayer su disposición a darle carpetazo a esta etapa de desencuentro para volver a la concertación que imperó, por ejemplo, el año pasado cuando el Parlamento aprobó por unanimidad la iniciativa legislativa popular Valentín Paz Andrade para reforzar los vínculos familiares del gallego y el portugués como apuesta de futuro.
Feijoo intervino en la sesión parlamentaria de control para responderle al portavoz del BNG, Francisco Jorquera, que le pidió que cambie su política en materia de normalización lingüística «que o fará pasar á historia como o presidente da Xunta que máis dano lle fixo á nosa obra colectiva», dijo, en referencia a la lengua propia de la comunidad.
El mandatario autonómico no evitó el enfrentamiento con Jorquera, hasta el punto de reprocharle que el BNG «boicotee» la celebración del Día das Letras Galegas por estar dedicadas a Filgueira Valverde. «Estamos fartos xa dos bos galegos e dos malos galegos», se quejó Feijoo, antes de reivindicar el ser «tan galego como vostede», le dijo al portavoz nacionalista, y de matizar que, si solo fueran buenos gallegos los que votan al BNG, entonces «Galicia estaría perdida».
Plan de promoción
Pero con todo, mostró un tono conciliador al emplazar a las demás fuerzas políticas a participar en un «proxecto para dinamizar o galego no ámbito social e económico», que será lanzado por la Secretaría Xeral de Política Lingüística con la participación de la Real Academia Galega (RAG) y otras instituciones.
La promoción del uso de la lengua gallega en las relaciones sociales y en el ámbito económico figura entre las más de 400 medidas contenidas en el Plan Xeral de Normalización da Lingua Galega del 2004, lo que de facto lleva al Gobierno autonómico a utilizar de nuevo este documento como punto de partida en materia de política lingüística.
Ni Feijoo concretó mucho más en qué consiste su oferta de consenso en torno al gallego, ni el BNG tuvo la oportunidad de responder a la misma, pues el presidente lanzó el envite en su último turno de intervención. Ahora bien, sí que hay un punto de inflexión, al menos en el tono del debate y en la voluntad de diálogo, que Feijoo amplió también a algún otro ámbito, al remarcar que la Xunta trabajará en la promoción de la lengua propia en el ámbito de las nuevas tecnologías, tras la creación del dominio «.gal», así como en la firma de un convenio con el instituto Luis Camoes para impulsar conjuntamente el gallego y el portugués a ambos lados del río Miño.
Todavía está por ver si este cambio en el tono va a ser o no el punto de arranque para tender puentes. Por el momento, tanto el PP como el BNG se limitaron a reproducir parte de su discurso tradicional, pues el portavoz nacionalista sacó a colación la manifestación del domingo en Santiago, en la que se pidió otra política lingüística, para acusar a Feijoo de ser un «servidor do imperio español» y de utilizar el bilingüismo para «impoñer o castelán». Y en consonancia, Feijoo replicó con las palabras de Alonso Montero, presidente de la RAG, que dijo que el BNG «é coma esas nais que lle queren moito aos nenos pequenos e aprétanos tanto que os abafan», resolvió el presidente.