El informe de bioética vetado critica los límites al derecho a la atención sanitaria

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La comisión instó al Sergas a paliar las desigualdades en la asistencia

12 mar 2015 . Actualizado a las 08:56 h.

Ni es demoledor ni pone patas arriba el sistema gallego de salud. Como afirmaban los integrantes de la Comisión Galega de Bioética, el informe sobre las desigualdades en la asistencia sanitaria no arremete contra el Sergas ni contiene carga semántica. Son cinco folios bastante concisos que por fin la Consellería de Sanidade ha hecho públicos, tras diez días de polémica. En él se hace una pequeña valoración del Real Decreto 16/2012, la famosa norma estatal en la que por primera vez se impuso un copago a los pensionistas en los fármacos, y se exige la condición de asegurado o beneficiario para tener una atención sanitaria completa.

Los profesionales médicos, de enfermería, derecho o farmacia que forman parte de este órgano asesor consideran que esta norma pone en cuestión los principios de universalidad, equidad y gratuidad, «ao garantir a asistencia sanitaria completa unicamente daquelas persoas que tivesen a condición de aseguradas ou beneficiarias». Es especialmente crítico cuando lamenta que con este decreto «sacudíronse o valor superior da igualdade, recollido no artigo 1.1 da Constitución española, e o dereito fundamental á saúde». Y es por ello que la Comisión Galega de Bioética insta a la Consellería de Sanidade a que en el marco de sus competencias adopte y aplique medidas que permitan el objetivo propuesto, que es atenuar y eliminar las desigualdades en la asistencia sanitaria.

Los desajustes ya existían

Las desigualdades en la asistencia sanitaria no nacieron con el Real Decreto 16/2012. Ya existían. De hecho se recoge en el informe que mientras unas están directamente relacionadas con esta norma otras llevan instaladas en el sistema desde hace más tiempo. Y su origen está tanto en el propio Sergas como en el comportamiento de los profesionales y de los propios usuarios. Esta dificultad en el acceso o en las condiciones sanitarias se agravaron por la crisis económica y las medidas adoptadas durante la misma, básicamente el real decreto.

¿Qué es la desigualdad injusta?

El informe del comité -publicado en la página web del Sergas- define qué es la desigualdad injusta en la sanidad. Y la describe como una situación en la que la persona ve reducidas sus posibilidades de lograr todo su potencial de salud; no es la consecuencia de un acto que libremente aceptó; puede evitarse y es innecesaria además. Las críticas al Real Decreto 16/2012 fueron tan numerosas y desde tantos colectivos que al final el Gobierno central rectificó parte de las propuestas, y decidió no aplicar el copago en el transporte sanitario, en el material ortoprotésico y en los medicamentos que se recogen en el hospital. El Sergas, además, habilitó un programa específico para no dejar sin asistencia a los inmigrantes irregulares, ya que esta norma solo les da derecho a la atención urgente, a excepción de los menores hasta lo 18 años y las mujeres durante el embarazo.

El dictamen

Aprobado en septiembre. El documento fue aprobado en una reunión del 17 de septiembre del 2014, cuando ya habían dimitido dos miembros por desavenencias. En él se recoge explícitamente que debería hacerse una difusión adecuada del mismo, «ademais do deber ético de deixar constancia destas consideracións ante a Administración sanitaria».

¿Qué pasará con la segunda parte del documento?

El documento sobre las desigualdades en la asistencia sanitaria de la Comisión de Bioética es el cuarto que publica este comité. Y el más escueto. En la propia web del Sergas puede comprobarse como los anteriores son informes que llegan a superar las 150 páginas, frente a este, que no llega a la media docena.

El nivel de debate y discusión está detrás del resultado, ya que se cuestionó tanto el informe que se trató de sacar adelante un texto consensuado. Es más, los profesionales que formaban parte de este órgano decidieron estructurarlo en dos partes con el objetivo de acelerar el proceso. Al final se publicó la parte que el director xeral de Asistencia Sanitaria consideraba que debía ser un documento interno. Queda la segunda, también muy breve, más centrada en una serie de consideraciones sobre la aplicación de este Real Decreto 16/2012 en Galicia. El propio presidente de la comisión y director de Asistencia Sanitaria, Félix Rubial, señaló la semana pasada que, aunque no está evaluado, «neste caso está pensando para a súa difusión». No está muy claro sin embargo que se haga público y la Consellería de Sanidade ayer no quiso hacer ningún comentario al respecto.

Desde que comenzó a funcionar la comisión -se constituyó en el 2001 pero se reúne con mayor regularidad desde hace cinco o seis años- se han hecho varios informes, estudios o publicaciones. El primero, un análisis sobre la ética en la prescripción, aprobado en el 2011 cuando no habían entrado en vigor todas las medidas relacionadas con los cambios en la aportación farmacéutica ni el porcentaje de genéricos prescrito era tan elevado como ahora.

El segundo fue un documento estratégico sobre los cuidados al final de la vida, uno de los temas más polémicos en la bioética actual. Este fue aprobado en junio del 2012 por todos los miembros, incluidos los tres que dimitieron ya hace meses -dos por desavenencias-. El de confidencialidad se aprobó en julio del año 2013 y concluye que la situación sobre la intimidad y la confidencialidad en el sistema público de salud gallego es «preocupante», por lo que debe mejorarse, incorporando una serie de recomendaciones para llevar a cabo estos avances, entre ellos las relacionadas con el manejo de los datos de pacientes con las nuevas tecnologías.

En el de los cuidados al final de la vida se hacen dos tipos de recomendaciones, y en él de recogen reflexiones sobre los cuidados paliativos. Entre ellas que «non é boa práctica clínica alongar a vida a calquera prezo e, posto que estamos abocados á morte, o mantemento da vida non debe considerarse máis importante que lograr unha morte en paz». Se hace una especial consideración a la importancia de la medicina paliativa, que «non pretende alongala de forma innecesaria -en alusión a la vida- nin tampouco a acurtar especificamente, senón fomentar a súa calidade», concluye.