¿Gallegas y generales en diciembre?

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Pilar Canicoba

Feijoo podría adelantar las autonómicas para aprovechar la grave crisis interna del PSdeG e impedir que las mareas se consoliden y formen con Podemos un bloque sólido para la Xunta

13 jul 2015 . Actualizado a las 08:36 h.

El temor existía desde hace tiempo, pero el giro de los acontecimientos ha hecho saltar todas las alarmas. Dirigentes del PSdeG están convencidos de que Alberto Núñez Feijoo adelantará las elecciones autonómicas en Galicia para hacerlas coincidir con las generales, que se celebrarán con toda probabilidad en diciembre. La jugada entrañaría riesgos para el presidente de la Xunta, pero resulta indudable que tiene para él muchas más ventajas que inconvenientes.

De entrada, los socialistas se enfrentarían a las autonómicas sumidos en una gravísima crisis interna por los problemas judiciales de su líder, y con una cruenta batalla de fondo entre diferentes sectores para hacerse con las riendas de un partido que parece ingobernable. Con poco más de 50 días para preparar las elecciones desde que a mediados de octubre se disolviera el Parlamento gallego, el PSdeG no solo tendría imposible recuperarse del mal resultado en las locales, sino que lo empeoraría.

Pero el adelanto tendría otras muchas ventajas para Feijoo. Convocar para diciembre destrozaría también la estrategia de las mareas, inmersas en un fuerte debate interno en torno a la posibilidad de aliarse o no con Podemos para las generales. La disolución anticipada agravaría esas tensiones y dividiría aún más a las mareas, Podemos y los nacionalistas, imposibilitando la formación de una plataforma sólida de izquierda para las autonómicas y atomizando las alternativas al Gobierno de Feijoo. Las mareas no tendrían además tiempo de rentabilizar su gestión en los ayuntamientos gallegos, en donde están teniendo muchas dificultades para arrancar.

El adelanto pondría también en graves aprietos a Ciudadanos de cara a las autonómicas, al restarle tiempo para implantarse con una estructura sólida en Galicia y para designar a sus candidatos a la Xunta. Estratégicamente, el adelanto libraría además a Feijoo del peligro de verse arrastrado por una posible derrota de Rajoy en las elecciones generales, lo que convertiría el último tramo de la legislatura en Galicia en una agonía que solo beneficiaría al PSdeG, a las mareas, a los nacionalistas y a Ciudadanos.

Y, por último, en lo personal, el adelanto permitiría a Feijoo cumplir con su compromiso con Galicia antes de dar el salto a Madrid. Si gana y puede gobernar, se queda en la Xunta. Si gana pero pierde la presidencia, arrancaría su aventura en la política nacional habiendo cumplido con Galicia.

Hay que recordar que Feijoo ya adelantó las elecciones del 2012 con el argumento, entre otros, del ahorro que suponía hacerlas coincidir con otros comicios, en este caso los vascos, y que lo mismo hizo Pérez Touriño en el 2009. ¿Y qué dice Feijoo sobre el posible adelanto? Este cronista le ha preguntado directamente al presidente de la Xunta por esa posibilidad. Y, lógicamente, ni confirma ni desmiente, porque fijar la fecha de las elecciones es una prerrogativa única y una ventaja estratégica. Y no quiere facilitar las cosas a la oposición. Pero aclara algo: «Mi hoja de ruta no tiene nada que ver con los problemas del PSdeG». Lo que sí anuncia es que, al contrario que Rajoy, no habilitará el Parlamento gallego en agosto para debatir los Presupuestos del 2016.

¿Le molesta a alguien en Génova el líder del PPdeG?

La conferencia política que el PP acaba de celebrar en Madrid ha puesto de manifiesto el gran despliegue organizativo de los nuevos dirigentes populares a los que Rajoy ha confiado la política de comunicación del partido. Pero, mas allá del gran aparato tecnológico, ha puesto de manifiesto también algunas disfunciones entre la actual dirección de Génova y algunos dirigentes populares. No se entendía muy bien, por ejemplo, qué pintaba Feijoo en un foro sobre emprendimiento y empleo, ni qué pretendía la dirección que aportara sobre esa cuestión en un coloquio en el que estaba también la ministra de Empleo, Fátima Báñez. O alguno no se entera, o algunos quieren restar protagonismo a Feijoo.

El PSOE, y el PP también, ve a José Blanco como sucesor

En el PSdeG se considera ya imposible que José Ramón Gómez Besteiro pueda continuar mucho tiempo más como líder del partido y menos que pueda ser el candidato socialista a la presidencia de la Xunta. Muchos, incluso entre quienes no son precisamente entusiastas del ex ministro de Fomento, consideran que no existe en este momento ninguna otra alternativa de garantías al liderazgo de Besteiro que no sea la de José Blanco. El PPdeG lo da también por hecho. Las maquinarias de apoyo están ya a pleno rendimiento para evitar un vacío de poder si las cosas se precipitan. Otros, sin embargo, recuerdan que Pedro Sánchez era un perfecto desconocido unos meses antes de ser elegido líder.

A la espera de una dura ruptura Beiras-Iglesias

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, no se caracteriza por aceptar de muy buen grado que sus planes no salgan bien, y tampoco que se le intente desafiar desde posiciones ideológicamente próximas. Que se lo pregunten si no a Alberto Garzón, que poco después de posar amigablemente en una reunión con Iglesias tuvo que escuchar graves descalificaciones del líder de Podemos hacia su partido. De momento, Iglesias se contiene frente al desafío de Beiras y de Martiño Noriega, entre otros. ¿Llegará pronto la ruptura violenta con ellos si no hay acuerdo? Y, sobre todo, ¿afectará esa ruptura a la estabilidad de las alcaldías de las mareas que han contado con el apoyo de Podemos en estas elecciones?