¿Por qué la desaparición de Denise da mala prensa al Camino?

Laura García del Valle
Laura G. del Valle REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

EFE

Medios internacionales, como «The New York Times», ponen en alerta a potenciales visitantes de una ruta donde apenas hay incidentes

06 ago 2015 . Actualizado a las 11:50 h.

«Los índices de criminalidad en las localidades del Camino son inferiores a los del resto de Galicia». Con estas declaraciones, Rafael Sánchez, gerente del Xacobeo, zanja que la desaparición de la peregrina Denise Thiem el pasado 5 de abril en Astorga, haya tenido algo que ver con una supuesta peligrosidad en el Camino.

Sánchez alude a los titulares que están apareciendo en las ediciones digitales de medios de todo el mundo y que alegan un supuesto riesgo en el peregrinaje a Santiago. Sin ir más lejos, The New York Times, -principal periódico de una ciudad que tiene en 12 días el récord de tiempo sin homicidios-, publicó que «con la desaparición de la turista, la preocupación se extiende por el Camino de Santiago en España». Siguiendo esta misma línea, el diario irlandés The Irish Times advirtió: «se aconseja no viajar solo tras otro intento de secuestro ocurrido despues de la desaparición», haciendo alusión a una vecina de la localidad de Astorga, -donde desapareció la americana-, que un mes y medio después denunció que dos hombres la intentaron secuestrar.

Ante esta sucesión de acontecimientos, el gerente del Xacobeo quiere recalcar que el «caso Denise» y el intento de secuestro tuvieron lugar fuera de la comunidad gallega pero «de todas formas, la desaparición supone un problema, así que se ha optado por incrementar la vigilancia para aumentar la sensación de seguridad del peregrino». Asimismo, desde Turismo afirman que «a seguridade dos peregrinos é unha das principais prioridades en Galicia» y, como también dejó claro Sánchez: «se trata de casos muy puntuales». Según fuentes de Turismo, «hai que ter en conta o alcance desta Ruta que no que vai de ano xa a percorreron más de 132.000 persoas», y apuntan: «a seguridade constitúe unha das liñas do Plan Director que se encontra en fase de aprobación definitiva»

La imagen de confianza que quiere transmitir la Xunta, se empaña con declaraciones como las que ha realizado Phil Thompson al diario de Arizona Az Central. Este coronel de las fuerzas aéreas americanas ha declarado que «en el Camino hay gente muy problemática» y que «no fue todo lo idílico que pensaba». Thompson relata que coincidió con unos hombres que intentaron agredir sexualmente a unas mujeres coreanas. Sin embargo, no lo denunció. En definitiva, un cero en credibilidad.

La familia dice que no recibe noticias de las autoridades españolas desde hace un mes

La última noticia que la familia de Denise Thiem ha recibido de la Policía Nacional española fue el pasado 3 de julio, según denuncian. Ese día, los agentes le enviaron al hermano de la desaparecida imágenes con ropa susceptible de ser de la americana que, en la actualidad, sigue en paradero desconocido.

Hace una semana la familia Thiem se puso en contacto con la Policía.  Según la portavoz de la familia en España, Covadonga Ramís, «no les han aclarado nada, ni una mínima pista: es desesperante».

Ante la falta de novedades en Madrid, la familia busca apoyos en Estados Unidos. La madre de Denise ha recurrido al senador de Arizona John McCain para que haga de intermediario tanto con el secretario de Estado de EE.UU. John Kerry como con el presidente del gobierno, Mariano Rajoy. McCain, según palabras de la familia, aceptó la solicitud.

Hace más de tres meses que Cedric, el hermano de Denise, viajó a España. Entonces, se instaló en Astorga, ciudad donde se vio por última vez a Denise, y frecuentó los sitios donde pudo haber estado su hermana. Cedric comentó que la policía española estaba investigando el suceso pero que era incapaz de trasladarle alguna pista sobre lo sucedido. Tres semanas después regresó a Arizona con las manos vacías.

La familia no descarta volver a España y colaborar con la investigación en la medida en la que les esté permitido.