El PP revalidará el control del órgano municipalista el 30 de octubre si el PSOE no logra antes una moción con el BNG para gobernar la Diputación de Lugo
04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La rocambolesca votación en la que, el pasado 24 de junio, el alcalde socialista de Becerreá, Manuel Martínez, privó a su partido de gobernar la Diputación de Lugo, y sirvió la presidencia en bandeja al PP, disparó las conjeturas sobre una pronta moción de censura. El rubor provocado por el esperpento del pazo de San Marcos iba a quedar relegado por un rápido acuerdo entre PSOE y BNG que permitiría a los socialistas mantener el timón que su líder, José Ramón Gómez Besteiro, llevó en los dos mandatos anteriores. La moción sería cuestión de días. Pero ya han pasado más de dos meses desde aquel episodio y no hay noticias. Ahora, la asamblea en la que la Fegamp renovará su dirección pone plazo de modo indirecto a esa operación. Si el PSOE no desbroza antes del 30 de octubre el camino para la moción de censura en la Diputación de Lugo, el PP revalidará la presidencia del órgano municipalista. Porque con la Diputación los socialistas también pierden la Fegamp.
Con los resultados de las elecciones del 24 de mayo, el PSOE estaba en posición de recuperar un mando en el municipalismo que ya ostentó entre el 2007 y el 2011. Partía con ventaja holgada. El sistema para la elección de su presidencia, que adjudica a cada partido un número de votos en función del censo de los municipios y diputaciones que gobierna, otorgaba 750 puntos al PSOE y 664 al PP. Pero el enroque del regidor de Becerreá en defender su candidatura, pese a estar vetado por el BNG por su condición de imputado, alteró los cálculos iniciales. Al perder la Diputación de Lugo, los 50 votos que la fórmula para elegir la presidencia de la Fegamp reserva al partido que la presida vuelan al PP.
De este modo, el PSOE se queda con 700 puntos y el PP suma 714, que son 716 tras la moción de censura con la que arrebató al Bloque la alcaldía del concello coruñés de Boimorto. Según el reparto computado por técnicos de la Fegamp, el BNG tendría 183 votos (descontados los dos de Boimorto); las mareas, 155; Compromiso por Galicia, 27; TEGA, 20; y los independientes, 77.
Relevo seguro en la presidencia
Este escenario queda pendiente de que, en los 55 días que restan hasta la asamblea fijada por la Fegamp para inaugurar el mandato 2015-2019, el PSOE abra la vía para la moción que desalojaría al PP del poder en la Diputación de Lugo. Aunque Besteiro insiste en que están trabajando con ese propósito, la dirección socialista no ha sido capaz hasta ahora de convencer al alcalde de Becerreá, que sigue firme en sus aspiraciones de presidir la institución provincial. Y el BNG ya ha advertido que no apoyará una candidatura de Manuel Martínez en ningún caso, ni siquiera aunque sea desimputado en la causa abierta contra él por unas obras en Portomarín. Los nacionalistas corroboran que los contactos con el PSOE permanecen abiertos, si bien no hay ninguna negociación en marcha para la moción. Los socialistas tienen que persuadir antes a Martínez.
Lo que está claro es que, gobierne quien gobierne la Fegamp, habrá mudanza de presidente en la asamblea del 30 de octubre. El actual, José Manuel Rey (PP), dejará un cargo tradicionalmente reservado a un edil que sea alcalde, y él perdió en mayo el bastón de mando en Ferrol. Sin moción en Lugo, su sustituto saldrá del PP. Con excepción de las escaramuzas registradas hace ocho años, cuando PSOE y BNG se enfrentaron por la pretensión de los nacionalistas de alternarse en la presidencia, la Fegamp mantiene como bandera de su gestión un clima que es poco frecuente en política, el del consenso interno.