«La culpa lo carcomía y por eso desenterró el cadáver de Denise»

maría cedrón ASTORGA / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El abogado del asesino confeso dice que trasladó el cuerpo de la peregrina días después porque le remordía la conciencia y quería que lo encontraran

17 sep 2015 . Actualizado a las 13:42 h.

«Le remordía la conciencia. La culpa por lo que había hecho lo carcomía y por eso desenterró el cadáver días después del suceso para trasladarlo a un lugar en el que pudieran encontrarlo y, de ese modo, poder liberarse de la carga». Su abogado, Vicente Prieto, presenta al asesino confeso de la peregrina norteamericana Denise Thien como un hombre arrepentido que pide perdón a la familia de la mujer por lo que ha hecho. La descripción que ofrece intenta explicar por qué Miguel Ángel Muñoz desenterró el cuerpo de la mujer varios días después de haberse producido la muerte. De hecho, fue hallado ya fuera del término municipal de Astorga, en un campo ajeno a su propiedad, adonde la llevó en brazos para dejarla tendida entre la maleza.

Con esta declaración, el relato sobre lo que ocurrió a Denise el pasado 5 de abril en el tramo que va desde Castrillo de los Polvazares hasta Santa Catalina va tomando forma. Lo que no ha trascendido aún es cuál fue el móvil que llevó a Miguel Ángel Muñoz a asestarle un golpe con un palo después de haberla guiado de nuevo en dirección al Camino del que se había desviado tras haberse perdido. El autor confeso del crimen, que el martes por la tarde ingresó ya en la cárcel de Villahierro, declaró ante la jueza, como apunta su abogado Vicente Prieto, que tras el impacto que le propinó esta cayó al suelo, golpeando la cabeza contra una piedra, lo que le causó la muerte.

Durante la reconstrucción de los hechos, Muñoz explicó, según su propio abogado, que la mujer estadounidense se había perdido cuando la encontró junto a su casa. Aunque Castrillo de los Polvazares no está dentro de la ruta del Camino Francés, muchos caminantes se desvían para ver el pueblo. Desde ahí pueden continuar hasta Santa Catalina cruzando una pista forestal que atraviesa el monte raso. A pocos metros del pueblo hay una bifurcación donde algunos peregrinos acaban desorientándose. Entre las teorías que manejan los encargados de la investigación está el hecho de que Miguel Ángel pudiera haber pintado flechas falsas para desviar a los peregrinos haciéndolos pasar por delante de su casa, pero este asunto fue negado por su abogado.

Un trastorno como atenuante

Cuenta este letrado que, según el relato del imputado, la mujer le pidió ayuda para regresar al Camino y este la acompañó. Pero tras subir la última cuesta de la pista que conduce a la vía que va a Santa Catalina le dio el golpe con un palo. Tras comprobar que estaba muerta, la llevó en brazos a un terreno cercano a la casa, quemó su ropa y su mochila y la enterró.

Días después fue cuando volvió a desenterrar el cuerpo para trasladarlo por la noche hasta donde fue hallado. ¿Por qué? No se sabe aún. Lo que ha negado el abogado es que la peregrina fuera agredida sexualmente, pero el equipo investigador no descarta dicho móvil, como no obvia tampoco el del robo.

El abogado prevé pedir un informe pericial para determinar cuál es el estado mental de su cliente. La enajenación, en caso de que la hubiera, podría ser utilizada por la defensa como atenuante.

Al cuerpo le faltan las manos, que pudieron ser cortadas para ocultar pruebas

Hallar las manos de Denise Thiem es ahora una de las prioridades de la investigación. Vicente Prieto confirmó que efectivamente el cuerpo carecía de ellas, pero no quiso entrar a valorar nada más. «Hay que guardar prudencia», dijo. Pero fuentes cercanas a la investigación, según la agencia Efe, indican que el acusado pudo haberlas cortado para ocultar pruebas. Para esconder, por ejemplo, restos de piel que pudieran haber quedado en las uñas tras un supuesto forcejeo.

Otra de las cosas que ayer aclaró el abogado es la procedencia de los más de 30.000 euros hallados ocultos en el subsuelo de la casa durante el registro realizado el viernes. Desde luego, indicó, no proceden de supuestos robos anteriores, como se insinuó en un primer momento. «La procedencia es lícita», dijo, ya que se corresponden con la parte que le tocó a Miguel Ángel de una operación inmobiliaria realizada por su familia.

Al mismo tiempo continúan en Madrid la analítica de otros objetos hallados en el registro y, en Ponferrada, el cotejo de las pruebas de ADN enviadas por la familia de la mujer de Arizona.