El conflicto entre el matrimonio gay y el agresor viene de atrás. De hecho, hace un mes hubo un juicio al respecto
13 feb 2016 . Actualizado a las 10:22 h.El conflicto entre una familia compostelana y un homosexual que denunció esta semana una agresión «homófoba» ocurrida el pasado lunes en el barrio de Galeras viene de atrás, y de hecho hace un mes hubo un juicio al respecto. A esta tensión contribuyó involuntariamente, como reconocen ambas partes, el perro de la familia, que provocó un primer altercado en septiembre entre Antonio Roldán y el padre del supuesto agresor. Siempre según la versión de la familia, a este primer encontronazo le siguieron otros dos, ahora ya con la madre de protagonista, que vivió «un calvario» y que se sintió «amedrentada» por esta persona, por lo que decidió denunciarlo por amenazas. El juicio se celebró el pasado 10 de enero, y en el mismo Roldán fue absuelto, aunque la madre afirma que le perdonó de palabra durante la vista al acusado «a cambio de que nos dejara en paz», tal como le pidió la jueza y quedó recogido en la sentencia.
La familia admite que el pasado lunes, en otro roce en un supermercado, hubo «alguna bofetada o puñetazo e insultos» por parte de su hijo, que se puso «muy nervioso», pero niegan tajantemente que se trate de homofobia y sí de un conflicto de convivencia.