«El reto es lograr que los niños acosados no sean víctimas»

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Pilar Maseda, psicóloga y terapeuta familiar, participó en la jornada «Asperger e acoso: rompendo o binomio»

29 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Este fin de semana se celebró en A Coruña la jornada Asperger e acoso: rompendo o binomio, que organizaba la asociación de familias Asperga. Fueron una serie de charlas para denunciar el bullying que sufre este colectivo y ofrecer herramientas a los padres y profesores para atajarlo. En este contexto, participó Pilar Maseda, psicóloga y terapeuta familiar experta en diversidad funcional.

-¿Se puede decir que los niños con Asperger son un blanco fácil para los acosadores?

-Sí, porque son más vulnerables y reaccionan de una manera más exagerada, y por eso los acosadores tienden a provocarles.

-¿Qué tipo de agresiones suelen sufrir?

-Por una parte la exclusión, no los quieren cerca, y por otra acoso verbal. El objetivo es que estallen.

-¿Por ejemplo?

-A una niña con Asperger que no soportaba los columpios le decían constantemente que fuese a columpiarse.

-¿Y qué pasaba?

-Le generaban muchísima ansiedad. En esos casos los niños con Asperger se ponen muy nerviosos y comienzan a gritar y a repetir frases tipo «¡no quiero!», «¡déjame en paz!», «¡no me gusta!» sin parar. El problema es que no es una situación aislada, sino que se repite; de eso se trata el acoso, ¿no?

-¿Cómo nota una familia que se dan estas situaciones?

-Es fácil notar cambios en el niño. Se deben fijar si tiene problemas de sueño, o cambios en la alimentación, tristeza o miedo a ir al colegio.

-¿Qué le recomienda usted a las familias?

-Primero, que doten al niño de herramientas para protegerse. Por ejemplo, pueden ofrecerle modelos adecuados de resolución de conflictos, y es que a veces son los propios hermanos los que acosan a un niño con Asperger; también es importante que no sobreprotejan al menor y a la vez tienen que trabajar mucho las habilidades sociales. El objetivo, y el reto, es que ellos puedan ser acosados, pero que no sean víctimas. Es lo que llamamos resiliencia, que uno piense «bueno, este se mete conmigo porque es un chulo pero a mí me da lo mismo». Segundo, que hablen con el colegio desde el primer momento.

-¿Explicar a los acosadores qué es sufrir Asperger resulta útil?

-La verdad es que no creo, o al menos no es fácil. Sí es fácil formar a los testigos. Los acosos siempre se producen delante de alguien que no participa activamente pero que no defiende a la víctima. Y creo que si formamos a esos chicos se pueden cambiar las cosas. Con un «déjale en paz» o «ven conmigo» se solucionan muchas crisis.

-En su experiencia, ¿cómo suelen reaccionar los profesores?

-Muchas veces evitan la confrontación, miran para otro lado, pero es que no conocen las herramientas para mediar en los conflictos. Tienen que transmitir en clase que hay diferentes tipos de personas y por supuesto, muy importante, que acosar tiene consecuencias.

-¿Cree que la formación de profesores debería ser obligatoria?

-Sin duda. Los profesores tienen que estar ahí y para eso deben saber cómo comportarse.