Socios de En Marea discrepan sobre la «autodeterminación» de Galicia

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Chema Moya | EFE

El PSdeG asegura que esta reivindicación hace imposible cualquier acuerdo con ellos

09 mar 2016 . Actualizado a las 15:36 h.

La autodeterminación de Galicia es para unos la «liña vermella» que hay que trasladar a cualquier negociación de gobierno con el PSOE, y para otros es un asunto sin urgencia que puede esperar. En el seno de la coalición tripartita En Marea existen diferentes interpretaciones de cómo y en qué plazos se ha de reivindicar el derecho a decidir de los gallegos sobre su pertenencia a España, aunque esta cuestión sí fue reflejada de forma explícita en todos los documentos y programas electorales que llevan el sello de la coalición.

El programa electoral de 25 páginas con el que se presentó En Marea a las elecciones generales del 20 de diciembre dice expresamente que desde la formación integrada por Anova, Esquerda Unida y Podemos «entendemos o carácter nacional de Galicia e da cidadanía». Y añade que también ven al pueblo gallego «como un suxeito que ten, en réxime de autodeterminación, dereito a decidir».

La demanda de un referendo en Galicia no es una cuestión menor, pues el propio Xosé Manuel Beiras, portavoz nacional de Anova, una de las tres patas de En Marea, dejó claro tras el 20D que «o dereito á autodeterminación marca a liña vermella» para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. La portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández, también de Anova, insistió varias veces en la misma idea, subrayando que hay demandas específicas gallegas que se pondrán «encima de la mesa» en las que figura el «derecho democrático a decidir».

La petición de En Marea dio un paso más cuando el documento de 98 páginas que Pablo Iglesias envió al PSOE para negociar las bases de un gobierno extendía el derecho a decidir no solo a Cataluña, sino también a «aquellas naciones que lo hayan planteado con especial intensidad», alusión implícita al País Vasco y Galicia.

En Marea se resiste a aparcar su reivindicación, pues la propia Alexandra Fernández abundaba la noche del lunes en el programa Vía V, de V Televisión, que es bueno que los pueblos «decidan o que queren». Tampoco se movió de su posición el PSdeG. Su secretaria de organización, Pilar Cancela, replicó ayer: «Si ese é o prantexamento, será imposible chegar a un acordo».

Apéndice de una fuerza estatal

Ni siquiera el BNG avaló de forma explícita la demanda planteada por una coalición que considera «apéndice» de una fuerza estatal. Francisco Jorquera, portavoz parlamentario, advertía el martes de que el derecho a decidir no solo hay que «invocalo», sino también «practicalo» a través de una fuerza política soberana.

Méndez Romeu (PSdeG) dijo que anteponer «mecanismos de ruptura da convivencia» es malo para los ciudadanos, y Pedro Puy (PP) zanjó la discusión diciendo que «esa cuestión non é unha demanda en Galicia, nin sequera para debatila».