El cargo clave en Angrois: «Si me denuncian que hay un punto negro, claro que lo protejo»

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El responsable de seguridad que se negó a declarar en el caso Alvia lo hace en la comisión del metro de Valencia

11 abr 2016 . Actualizado a las 22:30 h.

El que era director de Seguridad en la Circulación del ADIF cuando se puso en marcha la línea donde se produjo el accidente de Angrois, Andrés Cortabitarte López, acaba de comparecer en la comisión de investigación del accidente del metro de Valencia, después de que se negara a declarar en el juzgado del caso Alvia cuando en el 2014 fue imputado por el anterior juez instructor, Luis Aláez. Su presencia en las Cortes Valencianas se articuló como experto en seguridad del ADIF, aunque la semana que viene lo hará también en calidad de perito que investigó las causas del accidente que en julio del 2006 provocó 43 muertos. Sus respuestas a los diputados valencianos, no obstante, son de gran valor para entender su posicionamiento en el descarrilamiento de Angrois, dadas las similitudes de ambos accidentes. En ambos había una curva pronunciada cuya velocidad máxima no estaba protegida con balizas. «Todos los accidentes son evitables a posteriori. De todos aprendemos», dijo, al tiempo que respondía a la pregunta sobre si la seguridad era mejorable con una metáfora. «Si ponemos más azúcar en el café siempre será más dulce», aseguró sobre si los medios de control en ese tramo eran los suficientes.

Tampoco consideró que el accidente de Valencia fuera previsible, y dio un argumento similar a los que manejó Fomento en el caso del Alvia. «Por ese tramo pasaron dos millones de trenes y no hubo incidencias», alegó. «No me cabe en la cabeza que si en un tramo es previsible un accidente nadie ponga los medios para evitarlo», dijo en referencia a la posibilidad de programar la baliza de la curva para limitar la velocidad.

También recordó que ningún maquinista advirtió de la peligrosidad del lugar donde descarriló el metro. «Si a mi me denuncian que hay un punto negro, claro que lo protejo», declaró ante los diputados. Hay que recordar que un jefe de maquinistas de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, alertó por escrito un año y medio antes del accidente de Santiago de la peligrosidad de la curva de Angrois, cuando Cortabitarte era el máximo responsable de la seguridad en la red ferroviaria española. Reclamaba medidas para mitigar la posibilidad de un error humano que finalmente se produjo, pero el ADIF aseguró que esta denuncia no se tramitó por el cauce reglamentario y se quedó en los ordenadores de Renfe. «Siempre hemos obrado en consecuencia si tenemos una denuncia de un maquinista», añadió.

La declaración de Cortabitarte en Valencia tiene una lectura muy interesante para el caso Alvia, donde se investigó si el administrador ferroviario analizó convenientemente los riesgos de la curva de Angrois, donde murieron 80 personas y otras 144 resultaron heridas. Lo curioso es que un cargo de esta importancia no haya declarado por el accidente ferroviario de Santiago, ni como imputado ni como testigo, y a pesar de ello el juez decretara el fin de la instrucción judicial. Este auto ha sido recurrido y en cuestión de días la Audiencia coruñesa dictaminará si hay que dar carpetazo al caso o hay que practicar más diligencias. «La seguridad total, la seguridad cien por cien no es que no exista: si fuera posible no habría contribuyentes para pagarla», afirmó Cortabitarte. «Ya quisiera yo tener todos los medios para alcanzar ese objetivo», añadió el actual subdirector de Innovación del ADIF.